Protesta contra la represión policial en la Ciudad de la Justicia

Varias decenas de personas han protestado este lunes contra la represión policial frente a la Ciudad de la Justicia. Eran integrantes de la Assemblea per les llibertats i contra la repressió y se quejaban del constante goteo de juicios y toma de declaraciones de personas que han sido denunciadas tras haber participado en manifestaciones y protestas ciudadanas. La pancarta que mostraban a los usuarios de la justicia que llegaban al edificio advertía “Som el poble, no l’enemic”, en referencia a las declaraciones del anterior jefes superior de la Policía Nacional, Antonio Moreno, en las que comparó a los manifestantes con el “enemigo”.

Mientras, en los juzgados estaba previsto que se celebrara el juicio de faltas contra un hombre vinculado al Movimiento 15-M acusado de insultar a la Policía durante una mascletà celebrada las pasadas Fallas. Finalmente, el juicio se tuvo que suspender puesto que los agentes no pudieron comparecer a la vista. El abogado del acusado, Ricardo Cano, negó los insultos a la Policía y anunció que presentará una denuncia contra este cuerpo por amenazas y falsedad documental. La vista se celebrará el próximo 15 de octubre.

El motivo de la denuncia son los supuestos insultos que dirigió el acusado contra la Policía durante una concentración que tuvo lugar el segundo día de Fallas de 2012 bajo el balcón del Ayuntamiento de Valencia.Este hombre se manifestó tras ser convocado por el Movimiento 15-M, colectivo que protestó durante varios días de Fallas en la Plaza del Ayuntamiento con pitos, pancartas, globos negros y tarjetas rojas para reclamar servicios sociales públicos, igualdad, justicia y medidas contra la corrupción.

Según el abogado, el hombre, de algo más de 30 años, fue identificado por la Policía al entender que les estaba insultando. "La Policía", indicó, "alega en la denuncia que les insultó y que les dijo que estaba haciendo fotos y que luego las iba a colgar en internet". No obstante, el abogado aseveró que aunque se dijera algún insulto, "habría sido imposible oírlo" puesto que esos días se había subido el volumen de la música "a tope" para que no se oyera la protesta.

Por este motivo, los agentes identificaron ese día a varias personas: "Les pusieron contra la pared, les registraron los móviles, intentaron quedarse con las tarjetas, e incluso un policía le dijo que iba a por él, aunque le dijo que físicamente no".

Cano afirmó que el retraso en el juicio contra su cliente les da un margen de tiempo para preparar una denuncia contra la Policía por presuntas amenazas y falsedad documental, ya que "no hubo insultos",según indican los testigos y el propio denunciado en este procedimiento.