¿Dirección? Un banco de la plaza

“No puedo dejar ni cinco minutos la maleta. Porque ahora la policía local me ha dicho que si la ven sola, el camión de la basura se la llevará. Hasta me llegaron a justificar esa decisión porque la maleta podría tener una bomba. ¡Qué absurdo!”, se lamenta el atleta español de origen saharaui Mohamed Elbendir, que hoy lunes cumple 57 días acampado en un banco de la plaza del Ayuntamiento de Alcobendas. Reclama a su antiguo equipo, el Club Atletismo Popular (CAP), una deuda que cifra en 7.700 euros. El banco, que ha bautizado como de la “dignidad”, se ha convertido en su residencia. Y ahí se le notificó la sentencia que el pasado 4 de julio condenó al tesorero de su antiguo club —Adrián Luque Páez— y al asesor de la Concejalía de Medio Ambiente y presidente local de Nuevas Generaciones del PP —Jaime Criado Rodríguez— por una falta por injurias.

El fallo de la magistrada da como “probado” que el sábado 2 de junio los dos condenados pasaron por delante del banco “y dirigiéndose a él le insultaron con expresiones del tipo: moro de mierda, vete a tu país a correr”. El fallo recuerda que una falta por injurias castiga a los que causan amenazas, coacciones, injurias o una vejación injusta de carácter leve. Por eso condena a Luque y Criado al pago cada uno de 120 euros de multa.

La magistrada considera penalmente acreditada la participación de ambos en los insultos tras escuchar la declaración de María del Carmen M. P. “Ejecutaron los hechos de forma personal, directa y voluntariamente, tal y como ha quedado acreditado por la declaración de la denunciante, que resultó absolutamente verosímil y coherente”. Esta mujer estaba delante cuando los dos denunciados insultaron a Elbendir en actitud de mofa.

Pero la misma declaración de la testigo sirve al Consistorio para defender a su asesor, que ha preferido no hacer declaraciones a este periódico para no interferir en el recurso presentado tras su condena en primera instancia. Cercanos al empleado municipal explican que Criado no insultó a Elbendir. También sostienen que este no es racista y señalan que el mes que viene irá a África a colaborar con una ONG. Según su testimonio, el joven estaría muy afectado por la exigencia del PP regional de que pida perdón por sus palabras racistas, ya que, sostienen, no las dijo.

No es eso lo que opina María del Carmen M. P.: “Estas cosas me tocan la fibra. Los dos chicos estaban entrando y saliendo del Ayuntamiento, pues estaban sacando sillas para un evento municipal. Y vi claramente cómo se mofaban y se reían, cuando el tesorero del club de atletismo le llamó moro de mierda. Fue él el que lo dijo, pero en realidad los dos estaban faltándole al respeto. El presidente de Nuevas Generaciones asentía a las palabras de su compañero. Quizá tendría que haber especificado mejor todo esto en mi declaración, porque no lo dijeron a coro, pero era una actitud de mofa en la que participaban los dos. Fue una actitud racista de los dos”, aclara esta mujer.

Por su parte, el presidente del Club Atletismo Popular (CAP) de Alcobendas, Francisco Barroso, que inicialmente reconoció al diario As que el club mantenía una deuda con el joven de origen saharaui de “mil y pico euros”, aseguró que no tiene ninguna deuda con el atleta. “Elbendir es un chico que no tiene dónde ir. Además fue atleta, y ya no lo es. De hecho, este año no ha tenido ficha, y no creo que la tenga porque no va a hacer una preparación en serio”, espetó Barroso, quien dijo que Elbendir no cumplió los compromisos que mantenía con el club. También le acusó de hacer “el ridículo”, pues fue campeón con la selección española, pero cuando debía competir con el club no lo hacía. “No corre los campeonatos de Madrid y sí lo hace en Valladolid. Si yo no voy a trabajar no me pagan. Y eso fue lo que pasó con Elbendir, que incumplió parte del acuerdo”.

El presidente del club (con 400 socios) asegura que en mayo presentaron una denuncia contra Elbendir. En los próximos días la recibirá en su actual residencia, en el banco de la plaza del Ayuntamiento de Alcobendas. Su banco de la “dignidad”.