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El ‘recibo de las estrellas’ y otros 5,5 millones en facturas en el cajón

Un juez censura al Ayuntamiento de Madrid por negar una obra para no abonarla

Viandantes cruzan bajo una de las estrellas luminosas, colocada en la calle de la Princesa.
Viandantes cruzan bajo una de las estrellas luminosas, colocada en la calle de la Princesa.SAMUEL SÁNCHEZ

Hay estrellas de cine, estrellas de Navidad, estrellas de la muerte, estrellas que no se apagan nunca y hasta estrellas sin pagar. Estas últimas, cortesía del Ayuntamiento de Madrid, que ha sido condenado por un juez a abonar una factura convenientemente olvidada durante meses, para desesperación de un empresario. No es la única: de los 1.003 millones de euros en facturas sin pagar que el Ayuntamiento arrastraba de los ocho años en la alcaldía de Alberto Ruiz-Gallardón (PP) y el Gobierno central le ha obligado a abonar ahora, al menos 5,5 millones correspondía a recibos que no estaban registrados, es decir, que la Concejalía de Hacienda desconocía, es decir, que responsables municipales guardaban en un cajón. Esas facturas han sido abonadas ya junto al resto, merced al mecanismo especial de pago habilitado por el Gobierno, pero aun así deberán ser blanqueadas en un pleno municipal que se celebrará en otoño, en el que se reconocerá que su trámite no fue el que ordena la ley.

La factura de las estrellas es el perfecto ejemplo de esta práctica. El 23 de diciembre de 2009, el concejal de Moncloa-Aravaca, Álvaro Ballarín (PP), inauguró la señalización mediante estrellas luminosas colgadas sobre las calles de Princesa, Ventura Rodríguez y Martín de los Heros de lo que el Ayuntamiento bautizó como Kilómetro 0,8. Su intención era dotar de personalidad propia una zona con cuatro salas de cine —todas de versión original, y con más de 30 películas en cartel en la actualidad— y una librería especializada. Esas estrellas colgantes estaban inspiradas en las que aparecían en el filme Carne trémula, de Pedro Almodóvar. En verano de 2011, se le unieron otras 25 estrellas, plantadas en la acera a modo de paseo de la fama.

La Junta de Moncloa-Aravaca, dirigida por Álvaro Ballarín, encargó a la empresa Imesapi la instalación de las estrellas luminosas el 23 de septiembre de 2009. El 30 de diciembre llegó la factura (56.000 euros). Pero olvidó pagarla. Fuentes conocedoras de lo ocurrido indican que la empresa intentó sin éxito hablar con el gerente de distrito, Carlos González.

Finalmente, Imesapi interpuso un recurso contencioso-administrativo en febrero de 2011, casi 15 meses después, para reclamar su abono, que daba por perdido. En efecto, el Ayuntamiento, al serle trasladada la demanda en octubre, pidió que se desestimara, alegando “no acreditada la contratación de urgencia, orden alguna del inicio de los trabajos ni certificación final o de terminación de la obra”.

El Ayuntamiento negó la obra, pero durante el proceso la responsable de los servicios técnicos de Moncloa-Aravaca la dio por buena. La empresa aportó el presupuesto, aprobado por el gerente.

El 9 de abril de 2012, el Ayuntamiento reconoció por fin la factura y se prestó a pagarla, pidiendo que se cerrara el proceso. ¿Qué había cambiado? Que el Gobierno central le había obligado a abonar todos sus recibos pendientes. El juez se negó a cerrar el procedimiento y en junio condenó al Ayuntamiento por su “propósito meramente dilatorio en el cumplimiento de sus obligaciones, que denota un injustificado y temerario ánimo de litigiosidad”. Es decir, al no aceptar que había encargado la obra, “propició un procedimiento judicial que en puridad no debiera haber existido”.

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