¡Fiesta!
Los Soul Rebels convierten la sala Bikini en una fiesta ruidosa y desmesurada al estilo New Orleans

El Festival de Jazz de Barcelona siempre ha sido un certamen de otoño, casi invernal, pero este año ha decidido extender sus tentáculos hasta los calores estivales montando el pasado martes un concierto de presentación en Bikini. Una presentación tan curiosa (el siguiente concierto no se celebrará hasta finales de octubre) como grata: los Soul Rebels arrasaron en la sala de la Diagonal.
JAZZ
The Soul Rebels. Bikini. Barcelona, 17 de julio
Bikini se convirtió en una fiesta ruidosa y desmesurada como suelen ser todas las celebraciones en el New Orleans natal de los Soul Rebels, una sólida y punzante brass band que convirtió su concierto en un colorista desfile imaginario. Sin moverse del escenario nos llevaron por callejuelas, parques y plazas en un movimiento constante con regusto a Mardi gras. Atronaron las paredes de un Bikini abarrotado hasta que fue necesario abrir la sala contigua.
La música de los Soul Rebels está más pensada para el aire libre. Encerrada entre cuatro paredes puede parecer, por momentos, ensordecedora pero el hipnotismo de la propuesta acaba cautivando a pesar de los pesares. Ritmos frenéticos nacidos de la mezcla del jazz tradicional y funk callejeros perfectamente adobados con buenas dosis de hip hop y presentados en un maremagno de gritos, imprecaciones y batir de palmas. Ya en el primer tema, a los pocos segundos de comenzar, tenían a toda la sala batiendo palmas, una buena muestra de lo que iba a ser toda la actuación: pura fiesta y así había que vivirla.
Asistir a una actuación de los Soul Rebels como si de un concierto se tratara resulta prácticamente imposible, hay mucha música en los constantes solos de trompetas, trombones o saxo pero la magia llega por la parte del ritmo, entra por los pies (en movimiento constante) y sube hasta el estómago, donde realmente te atrapa. En ese punto es imposible mantenerse al margen, lo único cuerdo es dejarse llevar, bailar y agitar los brazos. Y en Bikini se bailó y mucho a pesar de que no quedaba espacio libre.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Archivado En
Últimas noticias
Trump sanciona a dirigentes, activistas y ONG europeas que luchan contra el discurso de odio en redes
De la convivencia democrática a Europa: el discurso de Felipe VI en ocho frases
Feijóo entrega a la jueza los ‘whatsapps’ que recibió de Mazón el día de la dana
La falta de tratamiento del tabaquismo empeora la esperanza de vida de los pacientes con trastornos mentales
Lo más visto
- La revalorización de las pensiones queda en el aire por la negativa de la derecha a apoyar otras medidas sociales
- El líder groenlandés responde a Trump: “Groenlandia es nuestro país. Nuestras decisiones se toman aquí”
- Juan Carlos Ferrero: “Más que dolor, siento pena; los finales siempre son tristes”
- La cúpula de Vox votó por unanimidad la destitución de Javier Ortega Smith
- Los ‘whatsapps’ de Mazón a Feijóo del día de la dana: “Un puto desastre va a ser esto presi”




























































