Vela admite que puede incumplir “por poco” el objetivo de déficit
Las cuentas de la Comunidad Valenciana serán chequeadas por el Gobierno
La Comunidad Valenciana vuelve a estar en el disparadero. El consejero de Hacienda, José Manuel Vela, admitió ayer que si el Consell no consigue cerrar el ejercicio con un déficit del 1,5% del Producto Interior Bruto (PIB) regional “será por poco margen”.
El consejero de Hacienda admitió ayer que la Comunidad Valenciana fue una de las ocho autonomías amonestadas por el Gobierno en el Consejo de Política Fiscal y Financiera celebrado el pasado jueves. Una tarjeta amarilla que hará que el propio Ministerio de Hacienda realice su propio chequeo de las cuentas de la Generalitat.
La situación puede complicarse todavía más si el Consell reclama el rescate del Gobierno para hacer frente a sus deudas y cubrir el déficit provocado por la caída de ingresos. El consejero de Hacienda, José Manuel Vela, confiaba en los hispanobonos para liquidar, al menos, una parte de la deuda que arrastra la Generalitat con ayuntamientos y con entidades con las que hay suscritos convenios. Sin embargo, el Ministerio de Hacienda ha optado por crear un Fondo de Liquidez Autonómica (FLA) que conllevan duras condiciones fiscales y financieras y que obligará a realizar un nuevo plan de ajuste. El Consell tiene hasta final de año para decidir si pide estas ayudas.
La Generalitat tiene hasta fin de año para pedir el rescate del FLA
Vela argumentó ayer en Castellón que de tres autonomías con problemas de déficit —Murcia, Castilla-La Mancha y Comunidad Valenciana— se ha pasado a ocho, “por lo que el problema es generalizado”. “Estos umbrales de déficit son extraordinariamente exigentes, pero la Generalitat se ha comprometido a reducir su déficit y no ha pedido más margen como alguna otra comunidad autónoma parecía que quería reclamar”, indicó el consejero de Hacienda. Vela indicó que, antes de acabar el mes, explicará el déficit que ha acumulado la Generalitat en el primer semestre del año. “No será muy abultado”, indicó.
Ayer, Extremadura y Cataluña admitieron que son dos de las ocho autonomías a las que el Gobierno les ha sacado tarjeta amarilla y que el Ministerio de Hacienda ha decidido hacerles un chequeo.
La posibilidad de que los chequeos acaben en la intervención de las comunidades autónomas levantó una polvareda política y el presidente catalán, Artur Mas, que advirtió que, entonces, sopesaría la opción de convocar elecciones anticipadas.
El Ministerio de Hacienda lamentó que se confundiese actuaciones de carácter “preventivo y ordinario” con otros procedimientos “coercitivos y de ejecución forzosa”.
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