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El PNV activa un plan de choque contra la gestión de Bildu en Gipuzkoa

Los nacionalistas enarbolan un doble frente en la Diputación y San Sebastián

Mikel Ormazabal
Turno de palabra de Xabier Ezaizabarrena, durante el pleno de reprobación del diputado Alduntzin.
Turno de palabra de Xabier Ezaizabarrena, durante el pleno de reprobación del diputado Alduntzin.JESÚS URIARTE

El PNV ha comprendido que el periodo de tregua política ha terminado en Gipuzkoa, donde Bildu tiene el control de la Diputación y de la mayoría de los Ayuntamientos, incluido el de San Sebastián, y por eso quiere emprender una acción férrea para desgastar a la coalición soberanista. Tras un año de tanteo, el periodo de “no agresión” ya ha llegado a su final. El partido que dirige Joseba Egibar en este territorio, que tiene muy presente la cercanía de las elecciones autonómicas y la competencia que mantiene con Bildu por la supremacía electoral, va a desarrollar en las próximas fechas, y con más intensidad tras el verano, un control mucho más estrecho de la gestión que están haciendo los independentistas en las principales instituciones. El marcaje se va a simultanear en dos escenarios: la Diputación que preside Martin Garitano y el Consistorio donostiarra regido por Juan Karlos Izagirre. “Todo está activado y no vamos a bajar el pistón a partir de ahora”, avisa un miembro de la ejecutiva del GBB. Los presupuestos y el conflicto de las basuras —en menor medida los peajes— van a ser los frentes elegidos para castigar a Bildu.

El primer gran aldabonazo ha sido la moción de censura que el PNV acordó con socialistas y populares para forzar la destitución del diputado de Medio Ambiente Juan Carlos Alduntzin. El pressing sobre Bildu no se va a quedar ahí, aunque no llegará hasta el extremo de presentar una moción de censura contra el diputado general, como le han puesto en bandeja los otros dos partidos de la oposición. El PNV considera que una acción de esa naturaleza inflaría el victimismo de la coalición abertzale, y además sabría rentabilizarlo en las urnas. En el PSE-EE y el PP opinan que esta actuación tan “táctica” de los nacionalistas está impidiendo acabar con el “desgobierno” de Gipuzkoa en manos de Bildu.

En la formación que lidera Markel Olano en las Juntas Generales guipuzcoanas no comparten las críticas por su estrategia excesivamente condescendiente con Bildu. En diciembre pasado, el PNV retiró en el último momento la enmienda a la totalidad que había presentado a las cuentas forales de Bildu para 2012 y selló un acuerdo presupuestario que seis meses después ha sido incumplido por la coalición de izquierdas. “Han mordido la mano que les dio de comer”, es la frase que ha acuñado Olano para expresar su disgusto tras sentirse burlado por Garitano.

Los presupuestos y las basuras son los dos frentes elegidos para atacar a Bildu

Egibar ya ha lanzado su advertencia a la izquierda radical: “Teniendo en cuenta lo ocurrido, si Bildu no cambia de actitud, evidentemente, no habrá posibilidad de llegar a acuerdos, tampoco en el ámbito presupuestario”. No existe ahora mismo “ninguna posibilidad” para evitar una enmienda a la totalidad al presupuesto de 2013 si Garitano no varía su estrategia basada en la “imposición”.

El PNV ya le ha presentado más de 60.000 firmas contra el sistema puerta a puerta recogidas en municipios donde Bildu pretende implantar este modelo. Los primeros consideran que la izquierda abertzale se ha metido “en un callejón sin salida” con su solución para la gestión de los residuos que podría costarle una factura muy onerosa a corto plazo: la pérdida de respaldo social.

Las Juntas han pasado de tramitar 648 iniciativas a 1.293 esta legislatura

Otro de los aspectos en los que quiere incidir el PNV, en una estrategia que comparten el resto de formaciones de la oposición, es la exigencia a Garitano e Izagirre a cumplir los acuerdos aprobados por la mayoría. Eneko Goia, portavoz del PNV en San Sebastián, considera que tras un año de Bildu en el poder “ha quedado comprobado que no están dispuestos a respetar los posicionamientos del pleno si no coinciden con sus postulados”, por lo que ha promovido una iniciativa para otorgar más poderes al pleno. Ernesto Gasco, del PSE, lamenta que “no existen mecanismos para censurar la no acción” de Izagirre y su partido. “No tramita ni cumple los acuerdos de la mayoría”, añade. En San Sebastián se superan “de largo” el centenar de mociones aprobadas contra la voluntad de Bildu, en asuntos como las basuras, la estación de autobuses, el TAV o el metro donostiarra, entre otros muchos.

En cada pleno donostiarra —se celebra uno al mes— se debaten más de una veintena de mociones (son iniciativas de control e impulso, sin un efecto vinculante para el gobierno), y la inmensa mayoría se aprueban con los votos de la oposición. En menor medida, sucede otro tanto en las Juntas. Ezeizabarrena, juntero del PNV, opina que Bildu está demostrando ser “demócrata a tiempo parcial”, porque “solo lo es cuando las resoluciones y normas forales se ajustan a lo que ellos quieren”. En el Parlamento provincial se han tramitado 1.293 iniciativas en el último año, frente a las 648 (la mitad) que hubo en los 12 primeros meses de la anterior legislatura, gobernada por el PNV y Hamaikabat. Este notable incremento de la actividad juntera llevó a la presidenta de la Cámara, Lohitzune Txarola (Bildu), a sugerir a los partidos de la oposición que redujeran el número de propuestas parlamentarias porque el presupuesto por asistencia a comisiones se estaba disparando. La oposición no tomó en consideración esta advertencia, aunque algún grupo interpretó esas palabras como un intento de coartar el trabajo y la labor de control que le corresponde a la oposición.

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Sobre la firma

Mikel Ormazabal
Corresponsal de EL PAÍS en el País Vasco, tarea que viene desempeñando durante los últimos 25 años. Se ocupa de la información sobre la actualidad política, económica y cultural vasca. Se licenció en Periodismo por la Universidad de Navarra en 1988. Comenzó su carrera profesional en Radiocadena Española y el diario Deia. Vive en San Sebastián.

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