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Detenidos ocho miembros de entidades cannábicas por tráfico de drogas

Los Mossos y la Guardia Urbana de Barcelona intervienen dos kilos de marihuana y uno de hachís

Una caja con cannabis incautada en una de las dos asociaciones cannábicas registradas por la policía.
Una caja con cannabis incautada en una de las dos asociaciones cannábicas registradas por la policía.POLICÍA MOSSOS D'ESQUADRA

Los Mossos  d'Esquadra y la Guardia Urbana de Barcelona han detenido a ocho miembros de dos asociaciones cannábicas de la capital catalana, entre los cuales figuran los cuatro máximos responsables y cuatro asalariados, como presuntos autores de un delito de tráfico de drogas. Todos los arrestados son de nacionalidad española y residen en Barcelona. Los agentes de los dos cuerpos policiales efectuaron el pasado 3 de julio dos entradas y cacheos en estas entidades, Barceloca y Dejavú, ubicadas en los distritos de Horta-Guinardó y Nou Barris, en Barcelona.

En lo registros, los agentes intervinieron más de dos kilos y medio de marihuana y medio kilo de hachís. También fueron decomisados galletas, pastelitos y ungüentos elaborados con cannabis que distribuían como analgésicos y relajantes musculares. La investigación, tutelada por el Juzgado de Instrucción número 11 de Barcelona, se inició a raíz de la denuncia de un miembro de una de las entidades que alertó de que en la sede de la asociación se traficaba con drogas. El denunciante explicó que uno de los miembros se aprovechaba de la asociación para vender droga que había adquirido en el mercado negro. A ello se suman las numerosas quejas de los vecinos que había recibido la policía.

Los Mossos d'Esquadra no han podido determinar la procedencia de la droga, si bien hay constancia documental de que una de estas asociaciones acordó en junta directiva adquirir siete kilos de cannabis entre los meses de febrero y mayo, debido a la baja producción de sus cultivos y el aumento de consumidores que registraba.

Como fruto de las investigaciones se ha podido determinar que las recaudaciones habituales diarias por la distribución del cannabis podían superar los 700 euros en uno de los locales y más de 1.000 en el otro. El volumen de negocio de un establecimiento era tan importante que en el transcurso del registro había tres personas asalariadas encargadas del acceso y admisión en el local, distribución de estupefacientes y atención de la cafetería.

Ninguno de los dos establecimientos tiene licencia de funcionamiento, si bien habían hecho algunos actos administrativos y registrales en los cuales declaraban unas actividades diferentes a las comprobadas.

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