Tocar la guitarra con tijeras

José Antonio Rodríguez era un adolescente pegado a una guitarra. En 1981, con 17 años ganó el premio internacional para Guitarra Flamenca en el Festival de Cante de las Minas de La Unión. Aquello fue la llave final para tocar las estrellas, ese mismo año, en un festival que solo cumplía su segunda edición: el Festival de la Guitarra de Córdoba. Ayer comenzó el evento, que ya cumple 32 veranos y Rodríguez vuelve a participar como artista y como profesor en los cursos que se ofrecen cada año..

Más de tres décadas después, el músico sigue acordándose de aquel pequeño encuentro que crecía, con más ilusión que presupuesto, en su cuna de la Posada del Potro. "Allí estaban Paco Peña, John Williams… los mejores", rememora en una conversación telefónica. Desde entonces, la cita de las seis cuerdas no dejó de crecer. Con la inclusión de las administraciones llegaron los grandes presupuestos, el eclecticismo de estilos -aunque el flamenco nunca ha dejado de ser el mástil del festival- y las grandes estrellas populares. Por Córdoba ha pasado un elenco por el que soñarían otras ciudades medianas: BB King, Santana, Paco de Lucía, Mark Knopfler, Chuck Berry, Bob Dylan o John Fogerty son solo algunas de las estrellas internacionales que han tocado en la ciudad andaluza.

BB king, Santana, Paco de Lucía, Mark Knopfler o bob Dylan tocaron en anteriores ediciones

El festival se ha adentrado en la treintena como casi cualquier persona de su edad hoy en día: con la incertidumbre de si llegará a final de mes. Lo ha conseguido, pero a costa de recortar un 18% su presupuesto en el último momento. "Si el año pasado salió adelante con un millón de euros, esta vez ha rondado los 850.000", explica Juan Carlos Limia, que se estrena en su cargo de director del festival en esta edición.

El dinero cada vez se mira con más atención por parte de todos. Hace unos días, el concejal de Cultura del Ayuntamiento, Juan Miguel Moreno Calderón advertía de que la venta de entradas podía todavía mejorar. "Pero parece que ahora empieza a remontar y está yendo mejor", señala el director del Festival, quien confiesa que estos datos se observan "con cierta tensión por la situación que vivimos", pero con confianza, "porque la propuesta que hacemos de programa es muy solida". Al director no le gusta destacar unos nombres sobre otros, pero destaca que Jethro Tull hace parada "en Córdoba y solo dos ciudades españolas más". También cita  a Kurt Elling. "sólo va a tocar con nosotros, quien quiera verlo, tendrá que ir a Córdoba", dice.

Limia defiende que "la reducción presupuestaria no impide hacer un buen festival ni mucho menos". Así lo cree también el propio José Antonio Rodríguez. "Es un programa potente y que creo que puede atraer a todos los aficionados a la música y a la guitarra. Tenemos conciertos como los de John Scofield, Joan Manuel Serrat y Joaquín Sabina o la propia Amaral", destaca. Un panorama que se adentra en las mismas aguas que han caracterizado durante tres décadas al encuentro cordobés: la mezcla y la apertura a los distintos estilos. En esta ocasión, por sus escenarios circularán desde Niño de Pura a Jethro Tull pasando por Luar Na Lubre o Elliot Fisk.

El propio Rodríguez se ve reflejado en esta mezcla de estilos y sonidos. A lo largo de su carrera ha influido y se ha dejado influir por numerosos artistas de procedencias diversas, como Santiago Auserón o Alejandro Sanz. Su último trabajo de estudio se titula 'Anartista'  y es un compendio de esos experimentos. "El juego de palabras está claro, entre anarquía y artista. Un disco en el que han colaborado Antonio Orozco, David de María o Vanesa Martín", destaca. Los dos últimos artistas acompañarán al guitarrista en su concierto del festival, el jueves de la semana que viene en el Gran Teatro, en el que presentará el disco.

La inauguración de ayer también guardaba una novedad. Por primera vez, un músico ha compuesto por encargo del festival una obra específica. La pieza 'Concierto de Córdoba', del madrileño Tomás Marco, fue interpretada por la Orquesta de Córdoba, dirigida por José Luis Temes. La idea de lo organizadores es que este tipo de encargo se conviertan en una pauta, una constante que vaya creando una especie de compendio musical propio del Festival de la Guitarra de Córdoba.