Alarde sin sobresaltos

Divididos si, pero con normalidad. El Alarde Tradicional, compuesto por 8.000 soldados y 19 cantineras repartidos en 21 compañías, y el Mixto formado por once, una más que el año pasado, en total unas mil personas, —las mujeres también participan como soldado— desfilaron ayer por las calles de Irún ajenos a los enfrentamientos de otros años y a la polémica suscitada por la ayuda de 30.000 euros que concedió recientemente la Diputación para compensar la “injusticia histórica” de impedir participar a las mujeres.

Cada 30 de junio, Irún recuerda con su alarde de armas la victoria de sus milicias sobre las tropas francesas en la batalla de San Marcial de 1522, que evitó que el ejército galo llegara a controlar la zona fronteriza.

Unos y otros se ajustaron a los horarios establecidos y fueron arropados por miles de iruneses. Pero fieles a la tradición cada uno tuvo un determinado apoyo institucional. El alcalde irundarra, José Antonio Santano (PSE-EE), presenció desde la balconada del Ayuntamiento, acompañado de otras autoridades, el Alarde Tradicional, pero no recibió al Mixto.

Santano, el alcalde de Irún sólo apoyó al tradicional y Garitano al Mixto

Este último sí contó, sin embargo, con el apoyo del diputado general de Gipuzkoa, Martin Garitano, la presidenta de las Juntas guipuzcoanas, Lohitzune Txarola, y la directora de Emakunde, María Silvestre, así como de diversos representantes de otros partidos.

El desfile tradicional, en el que las mujeres sólo participan como cantineras, fue el primero en comenzar, a las 7.40 horas, para dirigirse a la plaza de San Juan, donde esperó la llegada de su general. Iñaki Arruabarrena, que se estrenaba en el cargo, entró con su caballo sin sobresaltos para pasar revista a la tropa y realizar las pertinentes descargas de escopeta, momento en el que el animal sí mostró cierto nerviosismo. En la tercera de las salvas tuvo que echar pie a tierra, aunque después volvió a montar y continuó con el desfile. Tras ello, los participantes continuaron el recorrido por las calles de la localidad fronteriza ante el numeroso público congregado en las aceras que aplaudía el paso de los soldados y las cantineras. El Alarde Tradicional cuenta con el respaldo de la mayoría de los iruneses.

El general Arruabarrena tuvo que echar el pie a tierra en la tercera salva

A las 10,10 horas comenzó el desfile Mixto, que discurrió por el mismo recorrido, y en el que marcharon en torno a un millar de hombres y mujeres soldado.

Ainhoa Ruiz de Arbulo, que por tercer año ha sido la general de este alarde, no ha tenido problemas con su caballo a la hora de entrar en la plaza de San Juan para pasar revista a las tropas. También han sido constantes los aplausos desde las aceras, aunque había menos gente siguiendo este desfile. Garitano deseó que sea “una jornada festiva en paz para ellos y para ellas porque una fiesta que no es igualitaria no es una fiesta”.