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Lluvia de cenizas y atmósfera sofocante

La oposición pide que se utilicen los medios necesarios para combatir las llamas Compromís quiere que comparezca el consejero de Gobernación en las Cortes

Una densa humareda cubría toda la ciudad de Valencia.
Una densa humareda cubría toda la ciudad de Valencia.josé jordán

Los coches aparecieron, ya de buena mañana, cubiertos de cenizas en la comarca de L’Horta. El fuego, que avanza desde el jueves a través del valle del río Magro, convirtió en cenizas miles de hectáreas de matorrales y pinos. El viento de poniente hizo el resto y esparció las motas grises y blancuzcas en suspensión hacia el litoral y convirtió en sofocante una atmósfera que, durante todo el viernes, pareció irreal. El sol, oscurecido por los restos del desastre suspendidos en el aire, arrojó sobre la ciudad de Valencia y los municipios de las comarcas vecinas una luz a veces amarillenta y otras anaranjada.

La Consejería de Infraestructuras y Medio Ambiente admitió que el número de partículas en suspensión aumentó en la atmósfera de manera considerable a causa del incendio, pero hasta el lunes no ofrecerá datos.

En cualquier caso, la boina que cubre Valencia habitualmente era mucho más espesa y se hacía más difícil respirar. La Consejería de Sanidad, que reforzó los centros de salud de los municipios afectados y desplazó dos unidades móviles adicionales, no registró ningún pico excepcional de ingresos hospitalarios por afecciones respiratorias. Aunque sí atendió a dos brigadistas por quemaduras leves.

La Agencia Estatal de Meteorología informó de que el mes de junio que ahora termina ha sido “extremadamente cálido y muy seco”, tanto como para ser el segundo más caluroso de los últimos 42 años, con una temperatura media de 3,2 grados centígrados superior a la media y precipitaciones un 66% inferiores a las que habitualmente suelen registrarse en este mes.

La magnitud del desastre permitió que varios satélites registraran con claridad imágenes de la inmensa lengua de fuego en el interior de la provincia de Valencia, así como el desplazamiento de la enorme humareda generada por las llamas viajando hacia el litoral.

En este contexto, la magnitud del incendio forestal de Cortes de Pallás hizo reaccionar a los políticos con prontitud.

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El portavoz socialista en las Cortes Valencianas, Antonio Torres, que se desplazó hasta el puesto de mando avanzado montado por la Consejería de Gobernación, pidió al Consell que no escatime medios en la extinción, aunque se mostró consciente de que las altas temperaturas —que en poblaciones como Buñol alcanzaron los 38 grados— y la humedad muy baja eran “el principal enemigo para combatir las llamas”. La portavoz adjunta de Compromís, Mònica Oltra, registró en las Cortes una petición para que el consejero de Gobernación, Serafín Castellano, comparezca para explicar los graves incendios registrados en las últimas semanas. Oltra entiende que los recortes presupuestarios han agravado el efecto de los incendios. “Aquello que han querido ahorrar en invierno, ahora lo estamos pagando muy caro este verano”, indicó Oltra, que añadió: “El hecho de que hayan reducido las dotaciones de personal forestal y rebajado los trabajos para la limpieza de los bosques ha hecho que las zonas boscosas estén sucias y se enciendan con facilidad”.

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