Feijóo afirma que mantener la Cidade da Cultura es más barato que otros museos
El presidente avanza que habrá nuevos cambios de usos en los edificios
Los edificios de la Cidade da Cultura que ya están en pie volverán a redefinir usos en el Plan Gaiás que esta mañana presenta el conselleiro de Cultura, Jesús Vázquez. El resto, los otros dos que planificó Peter Eisenmann, seguirán siendo solo parte de la maqueta con forma de vieira que encandiló al expresidente de la Xunta, Manuel Fraga, en los años de vacas gordas cuando casi nadie cuestionó la utilidad de semejante obra que ya lleva consumidos casi 300 millones de euros. Su sucesor, Alberto Núñez Feijóo, aseguró ayer que habrá cambios en los contenidos. No se mojó mucho más y dejó todo el protagonismo a Jesús Vázquez que hoy, coincidiendo con el concierto de Björk, el evento más relevante de este año en el macrocomplejo, presentará el Plan Gaiás.
De forma preventiva, el presidente de la Xunta advirtió que los gastos de mantenimiento de la Cidade da Cultura serán inferiores a los otras infraestructuras culturales, sin ofrecer más datos. A partir de ahí, se limitó a despejar todas las preguntas para no restar interés informativo al acto de hoy de su conselleiro. Ni una pista sobre durante cuánto tiempo seguirán paralizados los dos últimos edificios del conjunto arquitectónico, ni sobre cuales van a ser las modificaciones de los contenidos. Ni siquiera deslizó qué otros contenedores culturales gastan más al año en Galicia de lo que está previsto para cada anualidad del proyecto sobre el monte Gaiás.
Los cambios de utilidad de unos edificios que fueron concebidos como meros monumentos sin que eso generase gran debate en la era de Fraga y su conselleiro de Cultura e Comunicación Social, Xesús Pérez Varela, han sido constantes a lo largo de su tramitación.
El bipartito al llegar al poder redefinió algunos usos y paralizó el colosal Teatro de la Ópera diseñado para representar varios espectáculos al mismo tiempo con el que soñaba Pérez Varela. Con Ánxela Bugallo en la cartera de Cultura se pararon las obras de ese edificio y de otro destinado a ser un centro de arte internacional. Ambos habían sido adjudicados por el último Ejecutivo de Fraga en el que el propio Feijóo era vicepresidente primero y responsable de Obras Públicas durante la campaña electoral de 2005 en un Consello de la Xunta, sin que tampoco la decisión propiciase más quejas que las de los partidos entonces en la oposición.
El proyecto quedó tan atado que las empresas adjudicatarias han tenido que se indemnizadas por las sucesivas paralizaciones de las obras, sin que de momento nadie haya explicado el montante que la Xunta pagó por este concepto a las constructoras.
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