Beiras llama a la confluencia de todos los nacionalistas al margen del BNG

Contra el “archipiélago” de nacionalistas, agrupados o no, al margen del BNG solo existe, según Xosé Manuel Beiras, un mapa posible: el que conduce a la confluencia. A ella llamó ayer, en su primera comparecencia pública tras semanas de reuniones y asambleas del proceso que, bajo el nombre de Novo Proxecto Común, impulsa el Encontro Irmandiño. “Si estamos convencidos de que esta alternativa debe implicar a gente desencantada”, añadió, “debemos hacer ver que van a participar en algo que no va a ser igual a los partidos tradicionales”.

Para construir esa nueva forma de organización, Beiras no quiere excluir a nadie. Tampoco al otro gran polo de escindidos del Bloque, el que comanda Máis Galiza y reúne a Espazo Ecosocialista y a los centristas Acción Galega con el sello conjunto de Compromiso por Galicia. “Debe haber una confluencia. Todos los grupos, con base real o con base potencial, tienen que continuar dialogando, si quieren llegar a un final feliz”, advirtió. Frente a la dinámica estrictamente asamblearia de los irmandiños —que culminará el 14 de julio con una asamblea constituyente—, Compromiso por Galicia desarrolla una actividad más centrada en las conversaciones entre direcciones y en el diseño programático.

La cuestión del cómo llegar a la unidad entre sectores ideológicamente tan distantes no escapó a las opiniones de Beiras. “Lo que es necesario ahora es crear un movimiento y no un partido”, explicó, “porque, en el partido, este es su propio motor, mientras que en el movimiento, el motor es la ciudadanía”. En las discusiones del Novo Proxecto Común participan, además del Encontro Irmandiño y personas sin filiación, los independentistas de la Frente Popular Galega (FPG) y Causa Galiza. Al otro lado se encuentran socialdemócratas, ecologistas progresistas y social liberales. “Después de las elecciones de 1989”, hizo memoria, “el BNG integró al Partido Nacionalista Galego. Yo decía entonces que éramos como un acordeón que se abría hacia el centro, pero sin dejar espacio por la izquierda”.

La situación social presenta tal grado de tensión, ahondó, que “el espectro de agredidos es muy amplio”. “Como dicen los indignados y los okupas de Wall Street, somos el 99%, pero yo no soy quien para delimitar al nuevo movimiento”, concluyó. Porque todo ocurre en un contexto que, según el análisis que Beiras viene desplegando en los últimos años, Galicia, Europa y el mundo se asoman al final de un ciclo histórico. “Estamos en un caos sistémico en el que hay una crisis de hegemonía de Estados Unidos”, diagramó, “otra crisis del diseño de la Unión Europea y otra más de la Segunda Restauración Borbónica o del régimen cocinado en la Transición”. Para reaccionar a esto, solo vale organizarse a partir de dos coordendas axiales: “La defensa de la identidad colectiva del pueblo gallego y la cosmovisión de la izquierda”.