“Si no subíamos las tasas había que meter la tijera en los campus”

José Miguel Saval (Alicante, 1960) aplaude que los rectores y el ministro de Educación, José Ignacio Wert, hayan recuperado el diálogo. El director general de Universidades de la Generalitat, ingeniero en Obras Públicas y Caminos, defiende una subida de tasas “intermedia” para evitar un recorte a los presupuestos de los campus que obligaría a despedir a decenas de docentes.

Pregunta. ¿No había otra solución que subir las tasas?

Respuesta. Si llegamos a congelar las tasas tendríamos que haber metido la tijera en las universidades, reduciendo sus ingresos, que son 800 millones de euros cada año, y eso hubiera tenido consecuencias.

P. Los profesores asociados temen por su futuro laboral...

R. La Generalitat invertirá lo mismo, si las universidades tiran a gente no será por dinero, será porque un departamento esté sobredimensionado. Los asociados se irían a la calle si no hubiéramos subido las tasas y recortado gastos. Aquellas universidades con departamentos saturados tendrán que proponer más titulaciones para colocarlos, o ajustar su plantilla.

P. ¿El decreto Wert vulnera la autonomía universitaria?

“Si hay despidos, será por la sobredimensión de los departamentos”

R. No creo. La autonomía universitaria tiene su fortaleza en la libertad de cátedra. Decir que en determinadas condiciones un docente imparta más horas, 36,5 semanales, que son razonables, no es un ataque. Debemos lograr que la Universidad sea un motor para salir de la crisis, y que el tejido productivo vea soluciones en los campus.

P. También negocian un nuevo mapa de titulaciones.

R. Tenemos todo el curso para generar ese mapa que entrará en vigor en 2013-14. Los títulos de grado con demanda y próximos no tendrán problemas, incluso si están lejos y no tienen demanda con un mínimo de 50 alumnos en primer ingreso se mantendrían igual.

P. ¿Hay algún caso en que se incumpla esta premisa?

R. Casi ninguno. El escenario de grados europeos limpió mucho, quizá haya alguna excepcionalidad, pero no se trata de tirar gente a la calle, el objetivo es reconducir. Estamos estudiando todos los grados diferentes de los nuestros para aplicarlos aquí y dar salida a esos docentes sin clases.

P. ¿Autorizarán una nueva universidad privada y católica en Alicante?

“No podré negarme a la Universidad Católica si cumple con los requisitos”

R. Nuestra competencia es la exigencia de calidad, queremos que la iniciativa privada se posicione pero con la misma calidad que la pública, y eso es lo que exigiremos.

P. ¿No es un contrasentido que haya dos facultades de Medicina en el mismo pueblo?

R. No, porque yo no la pago. La duplicidad y el éxito de una universidad privada la paga cada uno, cuando un alumno abona 12.000 euros por un curso, no lo decide la Generalitat, nosotros debemos garantizar que salgan buenos médicos y que tengan adecuados profesores y medios. Y en el caso de la Católica le avanzo que a mi mesa no ha llegado ninguna memoria del proyecto, solo tengo noticias por la prensa, y cuando llegue lo estudiaremos. Si está bien, no podré negarme, pero si no cumplen con los requisitos no autorizaremos ninguna titulación a la Católica.

P. ¿Y el Plan de Financiación está cerrado ya?

R. Quedan algunos flecos, pero lo importante es que las universidades saben que recibirán una cantidad fija, a veces con un mes de retraso, ahora es de mes y medio, pero la Generalitat paga cada mes 64,5 millones.

P. ¿Hay meses que cobran en efectivo y otros no?

R. Eso espero que cambie y se pague al contado. Ahora lo hacemos mediante confirming, es decir, que las universidades acuden a los bancos para abonar nóminas, y la Generalitat paga en cuatro meses. El año pasado se pagó la mitad de las mensualidades así, y este año solo dos, vamos mejor. La solución es que aumenten los ingresos de la Generalitat, y eso pasa por que se genere empleo y salgamos de la crisis pronto.