Profesora de baile y consejera por la cuota campista
Isabel Cambronero, familia de un sindicalista, fue aupada a la Comisión de control de la CAM por los afines al expresidente de la Generalitat valenciana
El rastro político en la extinta Caja Mediterráneo (CAM) es indeleble y aflora desde su cúpula hasta los más anónimos miembros de sus órganos de control. Isabel Cambronero, profesora de baile y cliente de la entidad, acabó formando parte de la Comisión de control, primero por puro azar y después por la cuota política, en este caso del sector afín al exjefe del Gobierno Valenciano Francisco Camps.
Profesora adscrita al Departamento de Danza Clásica del Conservatorio de Danza de la Región de Murcia, es familia política de un sindicalista de Csica, de larga tradición en la entidad financiera. Cambronero accedió a la Asamblea General de la CAM por sorteo ante notario, como lo hacen todos los impositores, cuyo único requisito es ser cliente de la caja de ahorros. Superado este primer filtro, fue nombrada directamente como vocal en la Comisión de Control durante el tortuoso proceso de renovación parcial de los órganos de gobierno de la caja de ahorros, vivido a principios de 2007. Este capítulo supuso un choque frontal entre las dos facciones que en aquel momento coexistían en el PP valenciano, el sector afín al presidente de la Generalitat valenciana, Francisco Camps, y el bando que se parapetó alrededor del presidente provincial del partido en Alicante, José Joaquín Ripoll.
La lucha por el poder entre ambos sectores, que se visualizaba en municipios y en los órganos del partido, se trasladó con intensidad a la CAM a la hora del reparto de poder en los distintos órganos de la caja. Al final hubo pacto, y Cambronero fue nombrada vocal de la Comisión de control a propuesta del PP murciano, presidido por Ramón Luis Valcárcel, en aquella época uña y carne del expresidente Camps.
Un exmiembro de la CAM recuerda que tras la primera elección aleatoria de los impositores primaba, a la hora de proponerlos para algún cargo más allá del de consejero general, su nivel de estudios y su afinidad, principalmente a los dos grandes partidos políticos (PP y PSOE).
Su perfil es el más chocante de los vocales de este órgano de gobierno
Pese a estos antecedentes, Isabel Cambronero aseguró el lunes, en su comparecencia ante la comisión de las Cortes Valencianas que investiga el proceso que dio lugar a la intervención por parte del Banco de España de la CAM , no saber cómo acabó formando parte de la Comisión de control de la caja. Cambronero reside en la actualidad en Suiza, según otra fuente de la antigua caja de ahorros.
Es definida como “discreta, buena chica y nada pretenciosa” por diversas personas que trataron con ella en su etapa en los órganos de gobierno de la entidad alicantina. “En ningún momento iba de nada”, agrega una de estas fuentes, que también recuerda que las únicas veces que faltaba a las reuniones era por sus clases. Apenas intervenía en las reuniones del órgano de control de la CAM.
El perfil del resto de miembros de la Comisión de Control nombrados en representación de los impositores antes de la intervención era menos chocante. Maria Asunción Martínez Muñoz, procuradora en tribunales, Maria Dolores Mataix, economista, y el empresario Raúl Serrano. El caso de Cambronero es el más llamativo de la última Comisión de Control acompañaron a Cambronero en este órgano. Pero no es el único. José Enrique Garrigós, exvocal del Consejo de administración de la CAM, explicaba a finales de mayo en la misma comisión parlamentaria que la ley de cajas de ahorro es la responsable de que también hubiera en éste órgano de Gobierno en el pasado una cajera de supermercado o una socióloga. “Asombrarse de esto es no conocer la ley”, asegura en esta misma línea otro exconsejero de la CAM.
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