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BARAKALDO

Condenado a casi 33 años de cárcel el acusado de matar a su exnovia

La magistrada detalla cómo planificó el crimen el condenado

El País
Seidel M.G., en una de las sesiones del juicio.
Seidel M.G., en una de las sesiones del juicio.LUIS ALBERTO GARCÍA

La Audiencia de Bizkaia condenó ayer a penas que suman casi 33 años de prisión a Seidel M G., el hombre al que la semana pasada un jurado consideró culpable de asesinar a su exnovia Cristina Estébanez en diciembre de 2010 en Barakaldo y de intentar matar al actual compañero sentimental de esta. En concreto, la magistrada de la Sección Primera de dicha Audiencia Reyes Goenaga condena al acusado a 19 años y 10 meses de cárcel por el asesinato —en concurso con los otros dos delitos que le imputaban la fiscalía y las otras tres acusaciones: allanamiento y quebrantar una orden de alejamiento— y otros 13 años por el intento de asesinato.

La juez condena además al acusado a pagar una indemnización de 130.000 euros al padre de la fallecida y otros 90.000 euros para el joven que sobrevivió al ataque, y fija sendas órdenes de alejamiento de Seidel M.G. con respecto a ambos por un periodo de 10 años.

Durante la vista oral, el acusado sostuvo que su exnovia murió de manera fortuita durante un forcejeo entre ambos y que también de forma accidental hirió al nuevo novio de Cristina. Sin embargo, el jurado concluyó en su veredicto que Seidel planificó el crimen sin dar a ninguna de sus dos víctimas oportunidad de defenderse.

La magistrada detalla entre los hechos probados cómo planificó el acusado la forma de entrar en el domicilio de su exnovia aprovechando la presencia de una plataforma de mecanotubo que estaba colocado en una de las fachadas del inmueble y usando un arnés y otro material de escalada que llevaba consigo.

La sentencia, hecha pública ayer, recalca que el jurado rechazó la tesis de que entre el acusado y su expareja se había producido un forcejeo puesto que Seidel no presentaba signo alguno de haber sido lesionado.

El jurado rechazó también la posibilidad de aplicar las eximentes completas de enajenación mental y, subsidiariamente, los atenuantes de “arrebato y obcecación por estado pasional” por los celos que sintió el acusado al ver a su pareja con otro hombre, que pedía la defensa. “El modo de acceso a la vivienda, la preparación y planificación que ello supone, no es compatible con una situación de arrebato provocado por los celos”, destaca el fallo.

La magistrada considera que tres amigos del acusado que declararon en el juicio como testigos de la defensa “trataron de ser lo suficientemente imprecisos” como para no perjudicar a Seidel. Sin embargo, solo plantea la posible apertura de una nueva causa por un delito de falso testimonio contra uno de ellos por las “claras contradicciones” que evidenció durante la vista.

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