El Museo de la Autonomía evoca a Juan Ramón con una cita poética

El Museo de la Autonomía de Andalucía dedica en Coria del Río-La Puebla del Río (Sevilla) su tercer encuentro de poesía a Juan Ramón Jiménez (Moguer, Huelva, 1881-San Juan, Puerto Rico, 1958). El encuentro contará con la participación de los poetas Luis Muñoz y Juan Manuel Romero. El Museo de la Autonomía de Andalucía continúa en 2012 con la programación de nuevos encuentros de poesía dedicados a autores andaluces, en colaboración con el Colectivo Surcos. La cita se celebrará el próximo jueves a las 20.00.

Los dos primeros encuentros pusieron su foco sobre el poeta y rey de Sevilla Al Mutamid y Manuel Machado, uno de los escritores fundamentales del Modernismo. El tercero, se centrará el jueves en el Nobel onubense, considerado como uno de los grandes renovadores de la lírica del siglo XX.

Además de los dos poetas citados, Manuel L. Martín Correa participará en la cita en representación del Colectivo Surcos. Acto seguido, tendrá lugar un recital de poemas y una proyección sobre la trayectoria de Juan Ramón Jiménez.

El autor de Platero y yo vivió entregado a la escritura hasta su muerte. Su peso en la poesía en lengua española es fundamental. La concesión del Nobel consolidó una voz que aunó las dos orillas del Atlántico. Máximo exponente del Modernismo en España, Juan Ramón ejerció una influencia decisiva sobre la Generación del 27. Tras la Guerra Civil, el poder magnético de sus versos imantó la obra de los autores del Grupo Poético de los Años Cincuenta. Las generaciones más jóvenes también han bebido de su obra y la huella de Juan Ramón puede rastrearse en los libros más recientes.

Su carácter individualista queda reflejado en su correspondencia. La Residencia de Estudiantes acaba de publicar un segundo tomo de sus cartas: Correspondencia II, informa Efe. Juan Ramón rechazó pertenecer a la Generación del 98, a la que denostó en numerosas misivas, en las que también criticó a los escritores de su época.

“Dejemos eso para los viejos del todo, para los académicos ya sentados en su poltrona eterna, para los laureados en seco, para esos tontos caídos, en suma, de esas jeneraciones del 98 y siguiente, a ninguna de las cuales (...) tengo el mal gusto de pertenecer”, escribió, a sus 45 años, al autor Ernesto Giménez Caballero.