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Cáritas critica que las ayudas sociales se han recortado un 78% en tres años

La entidad atendió en 2011 a casi 100.000 personas en riesgo de exclusión

Cola de ciudadanos ante el Banco de los Pobres de Valencia para recibir alimentos básicos.
Cola de ciudadanos ante el Banco de los Pobres de Valencia para recibir alimentos básicos. JOSÉ JORDÁN

Cáritas Diocesana de Valencia alertó este jueves de que la Generalitat ha reducido sus presupuestos en ayuda al desarrollo un 78% en los últimos tres años, pese a que la pobreza en la Comunidad Valenciana es cada vez “más intensa, más extensa y más crónica”, lo que ha llevado a atender en 2011 a cerca de 100.000 personas en riesgo de exclusión social, un 23% más que en 2010.

“Cáritas no podrá nunca sustituir la función pública de la Administración Pública ni asumir los déficits sociales que esta genere”, ya que su tarea es complementaria a la suya, advirtió la secretaria general de la institución, Fani Raga, durante la presentación de la Memoria Anual 2011 de Cáritas Diocesana de Valencia, junto a la directora de la entidad, María de la Concepción Guillén y el obispo auxiliar de la Archidiócesis de Valencia, Enrique Benavent.

En 2011, Cáritas atendió a 92.856 personas, lo que supone un 147% más desde los inicios de la crisis en 2007. La pobreza tiene género. La mayor parte de las personas atendidas en 2011, un 61%, eran extranjeras y mujeres.

La diferencia significativa es que a lo largo de todo 2011 se ha notado una mayor afluencia de españoles que buscan ayuda, que suponen ya el 39%, “el mismo porcentaje que suponen las personas que antes no acudían a esta casa y que en el último año han llamado por primera vez a las puertas de Cáritas en busca de asistencia”.

Las reformas sociales y sanitarias generan desigualdad, según Cáritas

Pese al alto índice de desempleo y la caída de renta en la Comunidad Valenciana, el Consell ha reducido en el último trienio su aportación de ayudas a la cooperación al desarrollo, lo que hace que la inversión resulte “claramente insuficiente” y provoque “la debilidad de los servicios sociales públicos, el endurecimiento del acceso a las ayudas, que son además muy limitadas”.

El desmantelamiento del Estado del bienestar es ya un hecho y sus consecuencias tienen rostro. Las reformas sociales y sanitarias puestas en marcha por el Gobierno están agravando la situación de las personas más pobres.

“La paralización de la ley de la Dependencia, en un país donde hay 275.000 personas esperando las ayudas; la modificación de la asistencia sanitaria pública, que va a afectar a las personas en situación de más vulnerabilidad, y los cambios introducidos el 20 de febrero respecto de la renta garantizada de ciudadanía, que elimina la retroactividad en las ayudas, afectarán significativamente a las personas en situación de más vulnerabilidad”, según alertó Fani Raga, secretaria general de Cáritas Diocesana de Valencia, entidad que en 2011 tuvo que atender a casi 100.000 personas debido a los recortes presupuestarios de los servicios sociales públicos.

La frase más común ente las personas que buscaron ayuda en los servicios sociales fue “vaya usted a Cáritas”, asegura Raga. Esto se debe, en parte, al recorte presupuestario del 78% en ayudas a la cooperación al desarrollo de la Generalitat, que ha hecho que el año pasado el trabajo de ayuda de Cáritas se viera prácticamente desbordado por este incremento de más de 20.000 personas más que acudieron en busca de ayudas a la “atención primaria”.

La entidad destinó en 2011 un total de 4.112.815 euros procedentes de donativos y subvenciones tanto en atención directa en las parroquias como en la ofrecida desde la sede central de Cáritas Diocesana.

La Generalitat ha recortado un 78% las ayudas a la cooperación al desarrollo

La ayuda más demandada, en primer lugar, fue la alimentación (el 57% de recursos se han destinado a este capítulo), seguido de las ayudas a la vivienda (el 25%) y otros tipos de ayudas para libros o comedores escolares (en un 14%). El 4% restante se destinó a la compra de medicinas y farmacia.

En esta línea, en 2011 Cáritas ayudó a lograr 1.710 inserciones laborales, realizó 34 cursos para la integración social y la formación laboral en los que participaron 657 personas, e impartió formación a 4.562 personas.

Ante el aumento de personas desahuciadas por impago de las hipotecas, el año pasado puso en marcha el Programa de Vivienda, que ofreció techo a 29 personas en 12 viviendas que coordina, así como a otras 69 que se albergan en otras seis viviendas destinadas a personas sin hogar. Raga hizo hincapié en que la entidad ha atendido a mayor número de familias que se ven afectadas por las hipotecas y recordó que la entidad apoya la iniciativa legislativa popular (IPL), que defiende la dación en pago para que se cancele la hipoteca a aquellas personas que entreguen las llaves de su casa.

En cuanto al acompañamiento de personas dedicadas a la prostitución, Cáritas ha trabajado para ofrecer una alternativa a 647 mujeres, además de atender también a 1.138 personas sin hogar, cuya pobreza es ya crónica, desde hace años, y no quieren acudir a los servicios sociales.

También se han beneficiado de las ayudas en los 33 economatos otras 5.800 familias sin recursos a las que Cáritas facilitó comprar al menor coste. El volumen de compras alcanzó en 2011 los 935.000 euros y está previsto abrir otros tres economatos en 2012. Ante el incremento de la precariedad, Raga destacó tanto el aumento de voluntarios en un 10%, llegando a los 4.189, como el incremento de donativos procedentes de fondos propios hasta el 77%.

Los números rojos de la pobreza

Beneficiarios. En 2011 Cáritas Diocesana atendió a 92.856 personas, lo que supone un 23% más que el año anterior y un 147% que en 2007, cuando inició el plan de acción.

Nuevos necesitados. Un 39% de las personas atendidas nunca habían llamado antes a las puertas de Cáritas, ni pedido ayuda. Es el mismo porcentaje que de españoles atendidos en los diferentes programas.

Pobreza de género. Según la Memoria Anual, el 63% de las demandas son requeridas por mujeres, mayoritariamente inmigrantes.

Inserción laboral. La Diócesis de Valencia ha hecho posible que 1.710 personas logren su inserción laboral.

Cursos de formación. 657 personas asistieron a 34 cursos de formación y otras 4.652, la mayoría menores y jóvenes, participaron en talleres de formación.

Prostitución. En el proyecto Jere-Jere han sido acompañadas 647 mujeres para buscar alternativas de trabajado y de vida.

Economatos. Unas 5.800 familias han sido beneficiarias de las compras a menor coste en los 33 economatos de Cáritas.

Vivienda. 98 personas han sido alojadas en las 12 viviendas para familias desahuciadas por impago de hipotecas, en las seis para inmigrantes o en la vivienda habilitada para atender a los sin techo.

Menores. Cáritas ha atendido a 480 menores en los 14 proyectos de la infancia que tiene.

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