Educación salda con una denuncia judicial un encierro de estudiantes
La consellería les acusa de romper una mesa del centro y de “hacer desaparecer” una bandera de España
La Consellería de Educación ha saldado con una denuncia judicial contra una veintena de estudiantes (algunos de ellos menores de edad) una protesta pacífica contra los recortes educativos consistente en un encierro en la biblioteca municipal ourensana. Los acusa de romper una mesa y de “hacer desaparecer” una bandera de España.
Durante el día, medio centenar de estudiantes -convocados por Galiza Nova, Xuventudes Comunistas, Estudiantes sen Futuro y AMI- acudieron a las dependencias de la biblioteca y anunciaron a los funcionarios su intención de pernoctar allí en señal de protesta contra la política de la Consellería y del Ministerio de Educación. La mayoría se fueron al anochecer. En torno a una veintena (en su mayor parte estudiantes de enseñanzas medias y entre ellos varios menores de edad) se quedaron a dormir. Los sorprendió, sobre las dos y media de la madrugada, la llegada de 10 coches de policía y dos Patrol cargados de agentes equipados como los antidisturbios. “Nos anunciaron que nos desalojarían por las buenas o por las malas, como les dijimos que no nos moveríamos, nos advirtieron de que nos daban tres avisos”, cuentan los estudiantes. Los jóvenes decidieron ofrecer resistencia pasiva agarrándose por los brazos entre ellos. Al tercer aviso, los policías “cargaron sin ningún escrúpulo, sin tener en cuenta que eran más que nosotros y de que había menores de 13 y 15 años”. “Sacaron las porras e intentaron empujarnos con ellas e incluso uno de los agentes rompió una mesa” en el forcejeo. Los jóvenes abandonaron. Antes, habían descolgado la bandera de España “que dejamos allí tirada” y puesto en su lugar la comunista y la de Galicia.
El gabinete que preside Jesús Vázquez ha reaccionado “repudiando” el encierro de los jóvenes a quienes ya acusó en el juzgado de instrucción de guardia de haber causado “estragos” en el mobiliario “rompiendo una mesa y provocando daños en las estanterías y haciendo desaparecer una bandera de España”. En la nota informativa, la Consellería apunta que “además, el local ofrecía un aspecto de suciedad por los restos de comida, bebida y velas que los desalojados dejaron atrás”. La Xunta anuncia que “no permitirá” que los causantes de “estragos en mobiliarios públicos queden impunes”
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