El diseñador tailandés Wishrarawish Akarasantisook gana el Botón de Mango

“Ahora estoy más relajado”, afirma en perfecto inglés tras un suspiro que retumba en el otro lado del teléfono. El alivio quizá se deba a que Wisharawish Akarasantisook, tailandés de 30 años, ya tiene a buen recaudo en su maleta el Botón de Mango, nada menos que el premio de moda mejor dotado del mundo, con sus 300.000 euros.

Todo esto sucedió en mitad de un día ciertamente intenso para este modisto. Por la mañana, recibió el premio de moda de la mano del presidente de Mango, Isak Andic, por la noche, participó, junto a Kate Moss y otros, en la fiesta del Museo Nacional de Arte de Cataluña. El sábado regresa a Bangkok (Tailandia) para hacer crecer su propia marca de moda con la suculenta ayuda recibida.

Akarasantisook nació en un pequeño pueblo al norte de Tailandia, muy cerca de Camboya, “en medio de la nada”. El joven aspiraba a ser actor y director, pero finalmente decidió que la moda era su mejor forma de comunicar. ¿Qué hace con las telas que no hagan otros? Su moda es sobre todo de inspiración artesanal. Tigres y serpientes se deslizan por faldas y vestidos de colores fuertes que se plasman en sedas.

No tiene tiendas, trabaja en su colección, limitada a clientes privados. “El dinero va a ser muy saludable para mi marca”, comenta, al tiempo que afirma que espera vender pronto en tiendas de Singapur y Taiwán.

Formado en el Institut Français de la Mode y en la Universidad de Chulalongkorn (Tailandia), el de Mango no es su primer premio. En 2005 se llevó el Thailand Young Designer y tres años después el Onward New Designer Fashion Grand Prix de Japón.

El premio gordo salió de entre 10 finalistas —que meses antes recibieron 18.000 euros cada uno para realizar su propuesta—, con una sola candidatura española, el dúo Spastor, que se quedó cerca del triunfo con una cuidada colección en negro. Aunque la presidenta del jurado, Carolina Herrera, se indispuso y no pudo acudir a la ceremonia en el Majestic, luego acudió a la fiesta de la noche.

El certamen, que tiene lugar cada 18 meses, cuenta con el apoyo de cinco de las escuelas de diseño de moda más importantes de Europa. El presidente de Mango explica que el premio “es un puente, una plataforma para que los jóvenes diseñadores lleguen a ser importantes”. Aunque en realidad en estos tiempos de crisis, Andic considera que la mejor forma de ayudar es “ampliando la empresa y contratando talento”.

“Mango no es una ONG”, aclaró Andic. “Lo importante es dar a estos creadores trabajo y oportunidad de desarrollarse”. El presidente de Mango aprovechó la ocasión para anunciar una línea juvenil, Young,que estará en los escaparates antes de dos años y medio. Antes de anunciar el premiado, Andic dejó caer sus propuestas: las etiquetas de las prendas de Mango incorporarán en la próxima campaña el lema Design in Barcelona. La apuesta por su ciudad va más allá de la moda y de las corrientes reinantes: Andic considera que, por el bien de Barcelona, Eurovegas debe aterrizar en la capital catalana.

El grupo Las Vegas Sands decidirá en menos de un mes dónde ubica su complejo del juego en Europa, el denominado Eurovegas, al que opta Madrid y también Cataluña, con el beneplácito e impulso del Gobierno catalán, pero con mucha gente en contra. “Es lo mejor que le puede pasar a Barcelona, después de Gaudí y los Juegos Olímpicos. Es el mejor centro de congresos. Supondrá más aviones, más taxis y más tiendas”.