El plan para regenerar el castro de Santa Tegra necesita 19 millones en seis años
El ingente dossier de 78 tomos elaborado apunta a una amplia intervención en el pilar de la cultura castrexa
Seis años después de licitarse, el equipo redactor del Plan Director del Monte Santa Trega presentó ayer sus propuestas en un acto en la sede de la Diputación de Pontevedra. El ingente dossier de 78 tomos elaborado por el grupo encabezado por el arquitecto Mario Crecente apunta a una amplia intervención en el pilar de la cultura castrexa, enfocada a la conservación y al turismo y con 30 actuaciones específicas previstas en un calendario de seis años, con un coste aproximado de 19 millones de euros para los que todavía no hay presupuesto.
Entre los representantes de Administraciones asistentes al acto hubo menciones a la crisis y la paciencia en la ejecución del proyecto. El director general de Patrimonio, José Manuel Rey Pichel, propuso que en la financiación puedan intervenir varias Administraciones y se abra la puerta al capital privado, pero no asumió más compromisos aparte de que el propio plan se aprobará “muy pronto” por la Xunta. Tan solo el presidente de la Diputación, Rafael Louzán, y el alcalde de A Guarda y presidente del patronato del monte, José Manuel Domínguez Freitas, se mostraron dispuestos a costear a partes iguales las obras de saneamiento, soterramiento del cableado y eliminación de antenas, que costará, según los cálculos, 1,4 millones de euros.
Respecto al resto habrá que ir poco a poco, según se destiló de las declaraciones de los responsables presentes. También para los trabajos de consolidación del poblado castrexo, que en palabras de uno de los arqueólogos que participaron en la redacción del plan, “está pasando de ser una ruina romántica a una verdadera ruina”, más de 20 años después de la última intervención de relevancia, a finales de los ochenta. Entre los retos que señala el plan está el de poner de acuerdo a todas las administraciones, comunidades de montes y propietarios con intereses o responsabilidad en el monte y el castro, cuya extensión estimada se calcula que ronda las 12 hectáreas, para implantar una gestión unificada. Potenciar las visitas, que, salvo por el pico que se registró en 2010 con el Xacobeo, pasaron de 400.000 visitantes al año a 200.000, según señaló Crecente, es otro de los objetivos. Para ello se planea construir un museo y una “sala del castro” en la actual casa forestal, delimitar las rutas de senderismo o recuperar la idea del restaurante panorámico en la cumbre, a imagen de la que propuso en su día el arquitecto Antonio Palacios.
Con el aval del arquitecto César Portela, que comparó la importancia paisajística y patrimonial de Santa Trega con la de Fisterra, en el equipo redactor se apuesta también por proteger el espacio con figuras jurídicas como la del área de especial interés paisajístico, la declaración de paisaje cultural europeo y en el medio plazo la consideración de patrimonio mundial de la Unesco.
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