La Cidade da Cultura pierde visitas a la espera de una programación

Después de casi año y medio de funcionamiento la Cidade da Cultura empieza a dar señales de las dificultades para dotarla de contenido y hacerla más atractiva para los visitantes. Frente a las cerca de 332.000 personas que pasaron por el recinto del Gaiás durante el año pasado, en lo que va de este ejercicio las cifras son más modestas y se limitan a cerca de 80.000 visitantes registrados hasta la primera quincena de mayo. Seguramente la explicación es que se va agotando el tirón de público que se desplazaba para ver el recinto en sí mismo. El problema es que más allá de admirar la arquitectura de los edificios ya construidos y ver los agujeros en los que se iban a ubicar los dos que están paralizados no hay mucho que hacer en el Gaiás.

Por el momento, las únicas actividades previstas que pueden atraer público son la exposición Gallaecia Petrea, que inaugurará el edificio del Museo de Galicia, y el concierto de la cantante islandesa Björk, que parece que finalmente va a celebrarse aunque estuvo en duda porque la artista ha tenido que suspender varios conciertos en las semanas anteriores por un problema en sus cuerdas vocales. El famoso (aunque sea por desconocido) Plan Gaiás, que se supone que establecerá las líneas de programación a seguir en el complejo, se presentará de forma inminente, según anuncia la Consellería de Educación y Cultura, aunque su presentación lleva anunciándose desde hace meses sin que se haya hecho efectiva. La desaparición de la Consellería de Cultura, ahora integrada en Educación, y la salida del que fue primer responsable de Acción Cultural del complejo, Ignacio Santos, son dos de las causas que explican los continuos retrasos.

La semana pasada se hizo público el nombramiento de la nueva responsable de Acción Cultural, María Pereira, que ha trabajado durante muchos años en la Obra Social de Caixanova y en la actual Fundación Novacaixagalicia. Pereira superó en la convocatoria pública realizada a otros cinco candidatos. La elección ha despertado cierta controversia ya que Pereira formaba parte del departamento de exposiciones de Novacaixagalicia cuando la entidad trajo a Galicia una muestra de la conocida como Colección Zanchi, que supuestamente estaba integrada por obras de grandes maestros del arte que en realidad resultaron ser copias.

Por ahora la actividad se limita a eventos aislados y a algunos conciertos

Durante los primeros meses del año la actividad en el Gaiás se ha limitado a la organización de eventos aislados (conferencias, actos protocolarios) y a algunos conciertos. El acto más multitudinario fue el concierto de clausura de las jornadas Galician Connection, que se celebró en el vestíbulo del Museo de Galicia y reunió a cerca de 400 espectadores para ver las actuaciones de músicos como Paquito de Rivera o Cristina Pato, organizadora del evento.

Uno de los grandes problemas que existen a la hora de programar exposiciones en el Gaiás es que estas deben celebrarse en espacios que no fueron diseñados para albergar este tipo de actividades. La Biblioteca y el Archivo han acogido a lo largo de los últimos meses diversas muestras y seguirán haciéndolo pese a la apertura del Museo. El Archivo acogerá próximamente una de las dedicadas a celebrar el centenario del nacimiento de Eugenio Granell.

Otra de las novedades será la ubicación de personal de la Axencia Galega de Modernización en el edificio del complejo dedicado a Servicios Centrales. De esta forma se ha conseguido dar una nueva utilidad a unas instalaciones que de otra forma quedarían infrautilizadas ya que sus dimensiones son muy grandes para albergar tan solo al propio personal de la Cidade da Cultura.

Una programación estable puede hacer más atractiva la visita al Gaiás

A la espera de noticias sobre el Plan Gaiás, la Cidade da Cultura sigue a la espera de que se resuelvan problemas que todo el mundo conoce pero a los que no acaba de ponerse solución. Uno de ellos es la dificultad de acceso al recinto. Apenas cuatro autobuses urbanos llegan diariamente al complejo. Los turistas que estos días empiezan a poblar las calles del casco histórico de Santiago tampoco reciben información sobre el complejo como para animarlos a una visita. Es de esperar que con una programación estable la situación mejore.