Los socialistas asumen el pacto entre PNV y PP para evitar una clara derrota
El PSE argumenta que con su decisión se suma a “una mayoría democrática”
Los socialistas dieron ayer un paso atrás y optaron por asumir las enmiendas a la ley de Cajas —una de las principales de lo que queda de legislatura— que sus exsocios del PP pactaron con el PNV la semana pasada y votaron junto a ambos a favor de los cambios en el proyecto de ley enviado por el Gobierno a la Cámara. Si no puedes vencerles, únete a ellos, parecería ser la máxima que ayer se aplicó el grupo del Ejecutivo.
El debate en comisión supuso un puro y rápido trámite, que dio paso al rosario de votaciones. El texto venía sentenciado por ese acuerdo de hace dos semanas entre peneuvistas y populares y el PSE prefirió ponerse a favor de la corriente: optó por votar algo con lo que no está de acuerdo, pero que de todos modos iba a aprobarse, antes que dejar en evidencia la soledad del Gobierno en esta cuestión con una derrota segura.
Ya durante el debate, la socialista Joana Madrigal quiso destacar, más que las discrepancias y enmiendas no deseadas por el Ejecutivo, el que se estuviera apoyando “una ley en la que los tres grupos mayores de la Cámara se sientan identificados y reflejados. El proyecto de ley ha sido muy mejorado”, afirmó incluso, aunque dejó en el aire si su formación se reservará algún voto particular para el definitivo pleno.
El texto queda pendiente solo de la votación definitiva en el pleno
“Hemos decidido sumarnos a una mayoría democrática”, explicó Madrigal en los pasillos del Parlamento tras el debate en la Comisión de Economía.
Hace dos semanas, tras la última reunión de la ponencia, ella misma había lamentado las consecuencias del acuerdo PNV-PP que ayer secundó y defendido que el proyecto del Gobierno era “mas representativo” de la pluralidad social vasca.
La crítica a unas modificaciones que suprimen la novedad que suponía abrir a representantes del Parlamento los órganos de gobierno de las cajas y la revierten a las entidades fundadoras (Diputaciones y Ayuntamientos), se torno ayer resignación: “No tenía sentido votar en contra”, porque la mayoría que sumaban de antemano los dos grupos de la oposición habría sacado adelante las enmiendas en cualquier caso, asumieron los socialistas.
Representación
- El proyecto de ley preveía un 5% de la representación en la asamblea de cada caja para el Parlamento. Su eliminación, y el punto que se quita también a entidades representativas de intereses colectivos, incrementan la presencia de diputaciones, ayuntamientos de las tres capitales e impositores.
- Impositores. Su peso sube un punto, hasta un 48%.
- Entidades fundadoras. Las Diputaciones y los consistorios de las tres capitales suben del 12% del proyecto del Gobierno al 17%.
- Otros consistorios. 17%.
- Personal de las cajas. Seguirá en el 7%
- Juntas Generales. Mantienen el 6%
- Entidades representativas de intereses colectivos. Bajan del 6% al 5%.
El argumento no deja de ser sorprendente, pues con él en la mano se anularía en la vida parlamentaria toda oposición a cualquier iniciativa que ya tuviera una mayoría garantizada. El comportamiento de los socialistas ayer, cuya única otra opción era retirar el proyecto de ley solo se explica en su trascendencia y en el deseo de no evidenciar la situación minoritaria del modo tan gráfico que implica una votación perdida. Retirar la ley era imposible por la necesidad perentoria que las tres cajas y, sobre todo, la entidad que las fusiona (Kutxabank) tienen de la nueva normativa.
Madrigal mostró su satisfacción por la aprobación del dictamen, minimizó la importancia de los cambios argumentando que afectan “solo a dos artículos” y destacó el acuerdo “entre los tres principales partidos” que ya respaldaba el grueso de la ley.
Las mejoras sobre la norma actualmente en vigor han parecido suficientes en último término al grupo del Gobierno, pese a que el proyecto original habría dado lugar a unas entidades “más modernas y democráticas”, en palabras de la misma portavoz hace dos semanas.
Lo cierto es que el proyecto se ha visto alterado en aspectos clave. Uno de ellos es el mantenimiento del actual sistema de elección de los representantes de cada caja en Kutxabank, que seguirá en manos de quien tenga el 51% en ellas. El segundo es el citado de dejar sin representación al Parlamento en las asambleas en beneficio de las entidades fundadoras de las cajas y el tercero, la eliminación de la obligación de renovar el Consejo de Administración de Kutxabank cuando se cambien los de las tres cajas. Cada una podrá decidir si nombra nuevos representantes o mantiene a los actuales.
Peneuvistas y populares se garantizan así su mayoría en el consejo que pactaron en diciembre pasado. Estas dos formaciones argumentaron para justificar su acuerdo, que buscaba dar “estabilidad” para Kutxabank, pero los socialistas entendieron que su único objeto era blindarse en el control de la entidad.
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