La oposición pide que se indague a fondo el sobrecoste de Sant Pau

La oposición exige al Gobierno catalán que llegue hasta el fondo en investigar el sobrecoste que supuso la construcción del nuevo hospital de Sant Pau. El centro se edificó a partir de cuatro proyectos —dos de ellos adjudicados a dedo— y su realización supuso un desvío de 77 millones de euros respecto al precio estimado inicialmente, según reveló ayer EL PAÍS. El juzgado de instrucción número 22 de Barcelona investigará a la cúpula del hospital por estafa, malversación de fondos públicos y delitos societarios, pero los partidos de la oposición también exigen explicaciones públicas al consejero de Sanidad, Boi Ruiz. Todo ello se suma a la situación actual de Sant Pau, intervenido por la Generalitat al cerrar 2011 con un déficit de 17 millones de euros.

Ruiz salió brevemente al paso ayer cuando aseguró que estudiará si la desviación “está dentro de la normalidad”. El consejero consideró habitual que, en las obras públicas, haya diferencias entre el presupuesto y el dinero gastado, por lo que se mostró prudente ante los 77 millones desviados en la construcción del Sant Pau.

El PSC defendió la labor de la exconsejera de Sanidad Marina Geli, que ocupaba el cargo cuando se acabaron las obras del nuevo centro. “Si alguien ha hecho algo por esta institución, es ella”, mantuvo ayer el diputado socialista Josep Maria Sabaté. Para Sabaté, la situación actual de Sant Pau se debe a los recortes de Ruiz. “Uno de los primeros objetivos del tripartito fue reflotar el hospital, en el que había un gran agujero económico. Se cerró con un contrato programa que saneaba la situación económica, y ahora el Gobierno recorta las cuentas entre el 10 y el 15%. Ese es el problema”, aseveró Sabaté. El diputado restó importancia al sobrecoste, achacándolo al retraso que hubo en la obra.

El resto de la oposición exige las explicaciones de Boi Ruiz y también de Geli en la Cámara catalana. “Supongo que será para aplaudirla”, respondió Sabaté. Ciutadans se avanzó el martes con la propuesta, que Partido Popular y, en menor medida, Iniciativa y Esquerra, avalan. “Son diferentes gobiernos los que deben dar explicaciones”, subrayó la portavoz de sanidad del PP en el Parlament, Eva García, que tildó de “intolerable y gravísima” la desviación presupuestaria. Para García, el Sant Pau está maldecido: “Cada semana hay noticias nuevas, y ahora sabemos que todo empezó con la construcción del nuevo centro”. Esquerra insistió en que “hay que llegar hasta el final”, en palabras de la diputada Carme Capdevila. “Estamos hablando de dinero público. Hay que justificar el sobrecoste”, apuntó la exconsejera, que registrará varias preguntas parlamentarias para obtener detalles sobre el caso. “Ante todo, es necesaria la máxima transparencia, el máximo de explicaciones y, si debe intervenir la Oficina Antifraude, que lo haga”, agregó Josep Vendrell, portavoz en la comisión de Sanidad del Parlament por Iniciativa.

Las obras se iniciaron cuando Xavier Pomès era consejero de Sanidad, y el propio Pomès es el elegido por la Generalitat para hacerse cargo de la Fundación de Gestión del Hospital de Sant Pau. Los partidos no dudan de su valía, aunque su nombramiento despierta dudas. “No queda bien; demuestra la poca consideración del actual consejero con todo”, denunció Sabaté. García (PP) agregó: “Como mínimo, es una paradoja”. Y cerró Capdevila: “Es curioso”.