López lamenta las “riñas territoriales” que impiden la unidad contra la crisis

Al día siguiente del alarmante mensaje lanzado por la patronal guipuzcoana Adegi sobre el gravísimo momento que atraviesan las empresas, el lehendakari, Patxi López, quiso reconocer ayer el “esfuerzo” que está haciendo el sector productivo vasco para salir de esta situación y ponerlo como ejemplo del “espíritu de colaboración” que debe existir en el conjunto del país para luchar contra la crisis. El mandatario vasco pidió unidad para dar una “respuesta conjunta” a los problemas de Euskadi sin caer en las “riñas territoriales”.

López clausuró, en San Sebastián, el Día de la Empresa organizado por Adegi con motivo de su asamblea general, en la que Pello Guibelalde fue nombrado presidente de la entidad, en sustitución de Eduardo Zubiaurre. Al acto de cierre también asistió el diputado general de Gipuzkoa, Martin Garitano. El lehendakari, que volvió a criticar los “recortes draconianos y la austeridad compulsiva” que caracterizan al Gobierno de Mariano Rajoy, defendió las inversiones que están las instituciones en nuevas infraestructuras, porque su paralización “retrasaría durante años el desarrollo” de Euskadi.

En el discurso que llevaba escrito el lehendakari no figuraba ninguna mención a las infraestructuras, pero la referencia que improvisó durante su alocución fue muy oportuna. Alguien debió avisarle de que Garitano había declarado unos minutos antes a los periodistas que era partidario de aplicar “una moratoria para las grandes infraestructuras”. El diputado general comentó que estas obras suponen un gasto de 500 millones de euros que las administraciones deberían ahorrarse para otras actuaciones. Garitano también propuso aprobar una reforma fiscal “en profundidad” en el conjunto de Euskadi y Navarra para obtener otros 500 millones adicionales. Estas medidas son un calco de las que un día antes había reclamado Amaiur.

Guibelalde afirma que “la paz es la mejor inversión” para el futuro

El lehendakari insistió en aprobar una fiscalidad “que ayude al crecimiento económico y sostenga al país”. En su opinión es la hora de “abandonar apriorismos, superar riñas territoriales y abordar los problemas de forma unida”. “Toda solución para ser eficaz debe partir de un espíritu de colaboración, no del aislacionismo”, añadió. También sentenció que “Euskadi se ha convertido hoy en el motor económico de España y en una de las economías más dinámicas de Europa”.

En el turno anterior, Guibelalde afirmó que sin la “pesada carga” de ETA, “la paz es la mejor inversión” de futuro. Dijo que la satisfacción no será plena hasta la “disolución definitiva” de la banda, y consideró que el mejor homenaje que los empresarios pueden hacer a sus colegas extorsionados y asesinados por ETA es “seguir al frente de las compañías creando empleo y bienestar”.

Guibelalde aprovechó para reclamar a las instituciones que pongan “las condiciones adecuadas” —citó la legislación laboral, fiscalidad, infraestructuras competitivas y acceso a la financiación...— y adopten políticas públicas “que contemplen a la empresa en el corazón de sus agendas en lugar de poner palos en las ruedas”. Guibelalde recordó que las empresas son “un robusto caballo que tira del carro”, y no un “pim pam pum” o “la vaca a la que hay que ordeñar”.