La caída del precio de la chatarra agrava la exclusión de los senegaleses
El Ayuntamiento de Barcelona insiste en que les ofrece la atención básica
La situación de los subsaharianos que malviven en naves del 22@ barcelonés y que se dedican a recoger chatarra está tocando techo. Así lo afirmaron ayer las cuatro entidades que conforman la red de apoyo a este colectivo, entre las que figura la Asociación de Vecinos del Poblenou. Denuncian la falta de atención del Ayuntamiento —se quejan de que el alcalde, Xavier Trias, les ha cancelado dos veces una reunión, aunque está prevista para el jueves— y creen que la crisis y el acoso policial están poniendo al colectivo en una situación de exclusión aún más grave y les afectan psicológicamente.
Las entidades pidieron una mayor implicación del Gobierno de CiU en dicha problemática, de la que hay noticia desde 2007. Dicen que su capacidad de ayuda está al límite. “Si no abordamos la situación globalmente, continuaremos teniendo formas de extrema vulnerabilidad y sin salida”, dijo Raúl Martínez, miembro de la Fundación Cepaim. La red calcula que hay unos 600 subsaharianos, la mayoría hombres senegaleses, de los que tienen contacto directo con 387. En el distrito también hay 250 galaico-portugueses que viven en chabolas.
Martínez explicó que el aumento del número de personas que se dedican a recuperar chatarra de la basura ha hecho que el material sea más barato, lo que ha generado una caída de ingresos. Esto ha motivado que aumenten los problemas psicológicos y de adicciones, y que se tensen las relaciones entre los habitantes de las naves. “Por fuerte que seas, la resistencia tiene unos límites. Veníamos al paraíso y nos encontramos la miseria. Solo queremos salir adelante”, aseguró el portavoz de los senegaleses.
“Desde 2009 no hay ni un plan ni ninguna intervención con fondos suficientes por parte de ninguna Administración para atenderlos”, criticó Martínez. Representantes municipales explican que la atención al colectivo es complicada, especialmente por la situación legal de muchos, competencia del Estado. Una portavoz explicó que todos reciben atención social básica en los centros de acogida (alimentación e higiene). También recordaron que continúa en vigor el plan de retorno ofrecido a finales del año pasado.
El líder vecinal Manel Andreu solicitó que el Ayuntamiento escuche a la Síndica de Greuges e instale barracones para los casos más vulnerables. La cooperativa con la que Barcelona busca ayudar a solucionar el problema sigue en fase de estudio.
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