Tauroni urdió y Blasco concedió las ayudas con las que se compraron pisos
El exconsejero forzó la concesión de las subvenciones a la Fundación Cyes
“La idea de los proyectos se la dio Augusto César Tauroni”. El presidente de la Fundación Cultural y de Estudios Sociales (Fundación Cyes), Marcial López López, declaró ante la juez Nieves Molina, que investiga el caso de las subvenciones de cooperación, que fueron Tauroni y Joaquín Blasco quienes le propusieron presentarse a las ayudas de la Generalitat de 2008. El dato tiene importancia porque en ese momento Tauroni, el único detenido en el escándalo que permanece en la cárcel, no había constituido aún lo que sería la Fundación Solidaria Entre Pueblos, posteriormente denominada Fundación Hemisferio, que se convertiría en centro de la trama de corrupción. Ya disponía, sin embargo, de empresas con las que facturar a los proyectos subvencionados cantidades muy elevadas.
Según Marcial López, fue Tauroni quien le dio la idea de “ubicar la oficina técnica en Valencia” de sendos proyectos de cooperación en Nicaragua, lo que llevó al resultado de que la Fundación Cyes (no confundir con la empresa del mismo nombre) compró dos entresuelos con plazas de garaje en Valencia a cuenta de las subvenciones.
La juez lo explica en un auto casi textualmente como lo describió al fiscal la diputada socialista Clara Tirado y como lo explicó EL PAÍS en octubre de 2010. “Cyes recibió 1.666.819 euros, quedando constancia en autos que de estas cantidades tan solo 43.000 euros se transfirieron a Nicaragua, país donde debían ejecutarse los proyectos aprobados por la Administración”, señala la juez. “Con el dinero público destinado a mejorar las condiciones de vida en Nicaragua, Cyes adquirió cuatro inmuebles en Valencia por importe total, incluidos gastos, de 969.875 euros”.
Blasco presionó a los técnicos para dar las ayudas a la Fundación Cyes
¿Cómo fue posible obtener las subvenciones y qué sacó Tauroni de la operación? Fue posible, pese a la resistencia de técnicos de la Consejería de Solidaridad y Ciudadanía y de la entonces directora general de Cooperación, Carmen Dolz (que acabarían siendo apartados), porque el consejero Rafael Blasco presionó para ello. Inicialmente, los proyectos de la Fundación Cyes en Nicaragua fueron descartados porque incumplían exigencias como la experiencia y el trabajo en red. Eva Solá, encargada de la gestión de los dos proyectos, declaró a la juez que supo por Manuel Fornás, entonces jefe de sección, que “Blasco montó en cólera cuando supo que Cyes no estaba ni siquiera en el ránking porque no había llegado a pasar ni el primer filtro”.
Tanto Fornás como Teresa Clemente, entonces jefa de servicio, explican en sus declaraciones que Tina Sanjuán, la secretaria de Blasco, llamó para pedir explicaciones sobre los expedientes de Cyes y que el propio Blasco les reunió y presionó hasta que consiguió que dieran por buenos los proyectos de Cyes.
Lo que obtuvo Tauroni de esas subvenciones se canalizó a través de la empresa Arcmed, que sería utilizada en otros proyectos de la trama denunciada, en este caso, por la diputada de Compromís Mireia Mollà. “En los cinco proyectos del año 2008 aprobados a Cyes, Arcmed habría facturado la cantidad total de 456.960 euros”, señala la juez, que suma tres proyectos menores a los más sustanciosos que se convirtieron en entresuelos.
La fundación quiso devolver los inmuebles y la consejería se negó
¿Cómo trató de justificar la consejería unas subvenciones tan irregulares que permitían la compra de inmuebles a su cargo? El mismo Marcial López lo explica en su declaración en el juzgado. Cuando la Fundación Cyes ya había cobrado las ayudas y adquirido los entresuelos, el entonces director general, Josep Maria Felip, le indicó dos opciones, “o devolver 185.762 euros” o que “aportase facturas de Nicaragua con un importe equivalente a las cantidades que se habían gastado en España.
Ese fue el argumento que esgrimió el consejero Blasco cuando se denunció el asunto: que la consejería había rechazado los costes de los inmuebles como justificantes y había reconocido otros. López también se reunió con Blasco, Felip, Marc Llinares y Alexandre Catalá, quienes le pidieron fotografías de los trabajos en Nicaragua con las que el consejero justificaría ante los periodistas que los proyectos se habían ejecutado. Marcial López reconoció a la juez que nadie de la Fundación Cyes se había desplazado nunca a Nicaragua para verificar los supuestos trabajos. También confesó que al publicarse la denuncia del caso en octubre de 2010 comunicó a la Generalitat “su intención de devolver los inmuebles y todo lo que tuviese relación con la subvención”. La consejería respondió que los locales eran de Cyes “al no haber sido adquiridos con dinero de la subvención”.
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