Bilbao logra el apoyo de las Juntas para cancelar el convenio de basuras

Las Juntas Generales de Bizkaia respaldaron ayer por muy amplia mayoría la decisión de la Diputación de no prorrogar el convenio firmado en 2008 con Gipuzkoa por el que esta comunidad envía cada año al vertedero vizcaíno de Igorre 25.000 toneladas de basuras. Peneuvistas, populares y socialistas llevaron al pleno de Gernika tres proposiciones no de norma, una por grupo, en este sentido. Aunque formuladas de diferente forma, todas planteaban lo mismo: no ampliar el acuerdo, que finalizará el 12 de junio, al no haber cumplido el Gobierno de Martín Garitano con lo pactado, es decir, con los planes de ejecución de una serie de infraestructuras, entre ellas la incineradora de Zubieta, en San Sebastián. Las tres formaciones votaron a favor de cada una de las propuestas, mientras que Bildu lo hizo en contra.

La decisión no necesitaba la ratificación de las Juntas —sí la hubiese requerido para ampliar el convenio—, pero el diputado general, José Luis Bilbao, anunció hace casi un mes que iba a llevar la cuestión al Legislativo provincial por “lealtad”.

Durante el debate, PP y PNV acusaron a Bildu estar actuando con “irresponsabilidad” y de no contar con un plan para la gestión de los residuos. Tras llamar “rebelde” al Ejecutivo de Garitano —en referencia a que las Juntas guipuzcoanas aprobaron recientemente, con votos de PNV, PSE y PP, instar a la Diputación a seguir con la construcción de la incineradora, solicitud que ha sido desoída—, la portavoz popular, Esther Martínez, consideró que la ampliación del convenio significaría “tirar piedras contra nuestro tejado”. “Que hayan pedido la prórroga es una tomadura de pelo. No tenemos que pagar los platos rotos del vecino”, aseveró.

Su homólogo en el PNV, Unai Rementeria, criticó a la formación abertzale por haber “engañado” a la ciudadanía. “Ustedes no tienen un plan de gestión de basuras”, acusó. “El puerta a puerta es un sistema de recogida, no de gestión. Recoger selectivamente no es reciclar. Ustedes no reciclan. Y en todo reciclaje hay rechazos que deben ser tratados”, expuso.

Asier Vega, de Bildu, respondió que Gipuzkoa no ha incumplido el convenio. “De haber sido así, la comisión de seguimiento lo habría dicho”, consideró. El juntero defendió que hoy en día hay sistemas más eficientes de recogida de los residuos y una mayor conciencia medioambiental. Remarcó “las grandes inversiones” que requeriría construir las infraestructuras previstas en Gipuzkoa —286 millones—. “Todo ello ha motivado un replanteamiento del modelo”, aseguró.

Bildu acordó con el PNV una moratoria de seis meses antes de tomar una decisión sobre la incineradora a cambio de su apoyo en los presupuestos. Dicho plazo finalizará el próximo 30 de junio. Gipuzkoa presentará entonces ante las Juntas su plan para los residuos, que se basará, apuntó Vega, en la “disminución en la generación de residuos, la reutilización, el reciclaje y el tratamiento biomecanizado de las basuras rechazadas”. “Una incineradora es una hipoteca que tiene que ser alimentada con residuos para que sea rentable”, resaltó. “Posibilitemos que el territorio vecino no cometa el error que cometimos nosotros”, solicitó.

En una interpelación del PP, la diputada de Acción Social, Pilar Ardanza, ratificó que la Diputación ha ampliado la dotación presupuestaria para ayudas sociales en 350.000 euros y que los próximos meses inyectará otros 600.000. Los 750.000 euros previstos inicialmente se agotaron en solo cuatro meses.

Por otro lado, el pleno aprobó reducir los tipos de gravamen del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) en 2013 para que la actual revisión de los valores catastrales —los vigentes son de hace 40 años— no suponga que los ciudadanos paguen más.