Feijóo presume de “mejorar el Estado de bienestar que dejó el bipartito”
Facenda confía en que Novagalicia pueda sobrevivir en solitario
El presidente de la Xunta y su equipo miden las sesiones de control parlamentarias por los titulares de prensa y, en menor medida, por el aplauso de la bancada al finalizar la intervención. En los últimos meses ambos van a menos. Las alusiones a Zapatero ya no venden como antes y el socorrido recurso de la herencia bipartita, tres años después, tampoco hace la misma gracia que al principio del mandato.
Cierto que en las últimas semanas los argumentarios del PP han intentado colar al comisario europeo y político socialista Joaquín Almunia como responsable de la crisis del naval o las participaciones preferentes que las cajas llevaban un lustro colocando a sus clientes. Y que desde el Consejo de Política Fiscal y Financiera en el que tanto Asturias como Andalucía han comprometido duros recortes y esta última comunidad, rebajas de sueldos a los funcionarios, empiezan a asomar por el Parlamento gallego los nombres de los presidentes asturiano y andaluz, Javier Fernández y José Antonio Griñán.
El caso es que a Feijóo le recriminó ayer el lider del PSdeG, Pachi Vázquez que para cuadrar el déficit hubiera decidido cerrar el presupuesto tres meses antes de final de año: el 30 de septiembre de 2011. El socialista le recordó que la Xunta no es que meta facturas en el cajón, es que cierra el mostrador para presentar facturas durante todo un trimestre. Hizo este reproche en medio de una retahila de cifras que quiso ver como la otra cara de la austeridad —“los 300.000 parados que habrá a final de año, los 600.000 gallegos por debajo del umbral de la pobreza y los 730.000 pensionistas que deberán pagar los medicamentos”—.
El presidente, al que luego emularon algunos de los diputados populares durante el pleno, miró a Asturias y Andalucía para subrayar que también allí han llegado los recortes y se sorprendió de que los socialistas digan una cosa en cada sitio. Acusó a las comunidades gobernadas por el PSOE de ser “las que más déficit” acumulan, y proclamó: “En plena crisis Galicia es solvente y estamos mejorando el Estado de bienestar que nos dejó el bipartito". No negó el cierre del ejercicio presupuestario en pleno septiembre pero presumió de que la Xunta paga las facturas en 40 días y el Sergas, a tres meses. La oferta de pacto del PSOE acabó otra sesión más en el aire.
Por el hemiciclo pasó también la titular de Facenda, Elena Muñoz, para rechazar la comisión de investigación que reclamaban socialistas y nacionalistas sobre lo sucedido en las cajas gallegas.
Muñoz dice que el banco no pierde galleguidad si entra un fondo inversor
Sin ofrecer demasiados detalles sobre las gestiones de la Xunta, la conselleira avaló al equipo que lidera el presidente de Novagalicia Banco, José María Castellano, y confió en que la entidad pueda continuar en solitario sin perder la galleguidad. Claro que según el PP esa galleguidad ni siquiera estaría amenazada con la entrada de un fondo de inversión extranjero porque según explicó Muñoz, también el Banco Santander tiene mayoría de accionistas foráneos y nadie duda de su españolidad.
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