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sucesos

El acusado de matar a Lavandera asegura que intentaba defenderse

“Le apuñalé, pero no lo hice por la espalda”, reconoce en el inicio del juicio

Sergio Fernando R. S. (a la derecha), el acusado de matar al joven donostiarra Asier Lavandera en 2010, ayer con su abogado en el comienzo del juicio en Pamplona.
Sergio Fernando R. S. (a la derecha), el acusado de matar al joven donostiarra Asier Lavandera en 2010, ayer con su abogado en el comienzo del juicio en Pamplona. j. diges (EFE)

“Claro que sí, lo reconozco, le apuñalé, pero no lo hice por la espalda”. Así comenzó ayer su declaración Sergio Fernando R.S, el joven de 21 años acusado de matar al donostiarra Asier Lavandera, de la misma edad, a la salida de la discoteca Mao Mao de la localidad navarra de Lekunberri, el 16 de enero de 2010. Con gesto tranquilo y actitud chulesca en muchas de sus respuestas, sostuvo en la primera jornada del juicio en la Audiencia de Pamplona, que actuó en defensa propia y que aceptará la condena que se le imponga. “Fue un malentendido que no tenía que hacer acabado así, pero a lo hecho, pecho”, dijo.

Al inicio de la vista oral, que arrancó con la elección del jurado (cinco mujeres y cuatro hombres), asistieron los familiares del fallecido, “muy nerviosos”, según reconoció su padre, Manuel Lavandera. A ellos se dirigió directamente el acusado: “Lo siento por la familia”, subrayó, al tiempo que reiteró una y otra vez que fue Asier quien “sin venir a cuento vino por detrás” y le atacó. “Me defendí por mi vida” y “antes de que llore mi madre, que lloré la suya, pensé”. “No le perseguí”, añadió.

Los hechos se produjeron antes de las siete de la madrugada de dicho día en el aparcamiento de la discoteca tras una pelea. Lavandera recibió varias puñaladas y murió a las 9.10 en el Hospital de Navarra, en Pamplona.

El acusado se negó ayer a responder a muchas de las preguntas formuladas por la fiscalía, la mayoría de ellas referidas a la implicación de tres amigos (Diego V.M., Kepa M.G. y Fernando R.M.) a los que exculpa de cualquier intervención en los hechos. Tampoco quiso concretar si propinó los navajazos con intención de matar.

Según su relato, esa noche estuvo bebiendo “de todo”, aunque no recuerda exactamente el qué. Las pruebas de alcoholemia dieron negativo, porque se las hicieron “muy tarde”, sostuvo. A preguntas de su abogado, explicó que vivió en una casa de acogida hasta los 18 años y que ha sufrido ataques epilépticos.

La fiscal, que solicita 14 años y seis meses de prisión y 200.000 euros de indemnización por un delito de homicidio, aseguró que el acusado era “perfectamente consciente de lo que hizo” y recalcó además que “no ha mostrado ninguna señal de culpabilidad y arrepentimiento”.

La acusación particular solicita 25 años de prisión y 300.000 euros de indemnización por asesinato y la defensa, dos años y seis meses de prisión y el internamiento del acusado en un centro educativo especial.

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