Majestic, la huella perpetua de la mafia rusa en Casares
La urbanización clave en la trama de blanqueo languidece entre escombros
Desde la carretera que une Casares con el mar, la urbanización Majestic parece una más de cuantas jalonan —o más bien amurallan— la Costa del Sol occidental. Unos bloques de apartamentos color albero en lo alto de un montículo es lo único que se percibe desde fuera de todo el complejo, levantado en la hondonada que queda a sus espaldas. Estos orgullosos edificios, de diseño exclusivo, indican que nos encontramos ante un residencial de lujo. Desde el pasado lunes, Majestic da nombre a la última operación de blanqueo de capitales del crimen organizado internacional en la provincia de Málaga. Entre los once imputados se encuentra el exalcalde de Casares por IU, Juan Sánchez, que el viernes salió de prisión tras abonar 200.000 euros de fianza.
La urbanización Majestic, en su estado actual, es válida para una metáfora barata sobre la corrupción. Frente a la imponente y pulcra fachada que muestra hacia el exterior, basta dejar atrás la garita de vigilancia —sin vigilante— para adentrarse en un universo de escombros, solares vacíos, arquetas abiertas y malas hierbas. Los promotores —la entidad Majestic Construction and Development SL, considerada por los investigadores una lavadora de dinero sucio de la mafia rusa— dejaron el complejo a medio urbanizar en cuanto detectaron las primeras dificultades para vender los apartamentos y las villas individuales. En el momento cumbre del boom inmobiliario, los precios oscilaban entre los 600.000 y los 1,2 millones de euros.
Los testaferros tenían "relaciones privilegiadas" con el Ayuntamiento
Mansiones ya terminadas comparten espacio con adosados vacíos y esqueletos de edificios. Parcelas en barbecho que antaño se consideraban de rentabilidad infinita engrosan ahora la cartera de activos tóxicos de los bancos. Sin alumbrado público y con unos viales que amenazan con venirse abajo en la primera tormenta, los dueños de estas suntuosas villas suspiran por venderlas, aunque sea asumiendo pérdidas.
El lunes se desencadenó la operación conjunta del Cuerpo Nacional de Policía y la Guardia Civil. A primera hora, los agentes entraban en el Ayuntamiento de Casares para recabar información urbanística sobre Majestic y a media mañana se confirmaba la detención de Juan Sánchez, que dirigió el municipio entre 1979 y 2000 y entre 2005 y 2009. El exalcalde de IU y actual concejal de Vivienda solo se vio desbancado durante un lustro por el partido-cáncer de la Costa del Sol: el Grupo Independiente Liberal (GIL).
El nombre de Majestic tardó poco en estar en boca de todos. Los promotores de la finca, ahora identificados como hombres de paja de la mafia rusa manejaban cantidades enormes de dinero, con el que pagaron a los mejores arquitectos y urbanistas. “Eran nuevos ricos, con grandes coches pero no tenían ni idea de cómo se hace una urbanización desde el punto de vista económico”, afirma un vecino. En los cinco sectores de la urbanización —Casares Real, Majestic Hills, Majestic Gardens, Nova Terra y Geprolar— apenas hay empadronadas 20 personas. Casi el 100% de los vecinos son extranjeros.
"Eran nuevos ricos, ostentosos, pero no sabían cómo hacer una urbanización"
Los promotores mantenían, según distintas fuentes, “relaciones privilegiadas” con el Ayuntamiento dirigido por Juan Sánchez. Majestic logró en 2007 que las parcelas que no había logrado vender y que estaban destinadas a villas unifamiliares fuera convertidas en suelo para adosados, lo que suponía una plusvalía para los promotores y un descenso en el valor de las villas que ya habían sido construidas por otros compradores.
Más adelante, el Ayuntamiento otorgó una licencia de primera ocupación para 48 apartamentos de Majestic cuando las obras de urbanización estaban sin terminar. El Ayuntamiento se limitó a exigir a la promotora la prestación de un aval de 460.000 euros, y le dio seis meses de plazo para acabar de acondicionar la finca. Sin embargo, el grifo del dinero del que se nutría Majestic se había secado. La promotora empezó a pagar con parcelas sus crecientes deudas y cuando el ayuntamiento ejecutó el aval, los fondos eran insuficientes para acabar las obras. El asunto fue objeto de fuerte bronca política entre Juan Sánchez y los representantes del PSOE local en las elecciones municipales de 2007, mientras el PSOE provincial, que necesitaba a IU para gobernar la Diputación, evitaba la polémica.
Con el arresto de Juan Sánchez, ningún partido queda libre de corrupción en Málaga
La detención de Juan Sánchez, que presidió hasta las últimas elecciones la Mancomunidad de Municipios de la Costa del Sol Occidental y sonó como aspirante a algún cargo en la Consejería de Turismo de la Junta, que controla IU, supone que ningún partido institucional queda libre de la mancha de la corrupción en la provincia de Málaga. El juez que instruye el caso le imputa prevaricación, cohecho y blanqueo de capitales. Entre otros asuntos, le ha preguntado por el origen de cinco cupones de la ONCE premiados que fueron hallados en su casa.
Los principales sospechosos de la red de blanqueo —los que dejaron para siempre en Casares la huella de la mafia en forma de urbanización fantasma— permanecen huidos de la justicia.
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