Bayón novela el desconcierto del hombre ante la mujer

Tres hombres, Desiderio, Picaflor y Llamas, tienen distintas relaciones con las mujeres. Esos vínculos, caracterizados por el desconcierto, marcan sus vidas. Desiderio fracasa en su acercamiento a ellas. Picaflor se acuesta con muchas mujeres, que pasan por su vida sin que él deje ninguna huella. Y Llamas es el eterno enamorado que trata de entenderlas. Los tres personajes protagonizan Todo por ellas (Alianza Editorial), que acaba de publicar Miguel Bayón (Madrid, 1947). Todo por ellas ha sido finalista del XIII Premio Unicaja de Novela Fernando Quiñones. Bayón firmará ejemplares de su obra el domingo en la Feria del Libro de Sevilla, en la plaza Nueva. De 13.00 a 14.00 estará en la caseta El Gusanito Lector. Y de 19.00 a 20.00, en la caseta La Nueva.

“El título Todo por ellas es un juego ambiguo. No se dice si es todo gracias a ellas o todo por culpa de ellas”, señala Bayón, que ha trabajado como periodista en Diario 16, Triunfo y EL PAÍS, entre otros medios. “La novela tiene dos temas. La sátira sociológica sobre un sitio de la Costa del Sol lleno de famosetes y el mal entendimiento entre hombres y mujeres. A pocos hombres les gusta el mundo de las mujeres. No les gustan las mujeres pero les gusta acostarse con ellas. La mayoría de los hombres se pierde la salsa de las mujeres, lo mejor de ellas, como el hecho de estar atentas a todo lo que comporta la vida. Las mujeres son mucho más colaboradoras entre ellas, más cómplices”, explica Bayón, que es autor de las novelas El acólito y Mulanga, entre otras.

Los tres protagonistas de la novela se relacionan con las mujeres de una forma muy distinta. “Desiderio es un aprendiz amatorio que se queda siempre en el nivel de aprendiz. Su relación con las mujeres es pasiva, se coloca en medio y le llueven las tortas. Y todo se le da mal. Quiere ser el listo y sale trasquilado. Es un aprendiz trasquilado”, detalla Bayón. “A Picaflor le caen las mujeres. Picaflor y Llamas no tienen método ninguno. Llamas trata de entender a la mujer a base del amor. Picaflor no entiende más que el sexo. Picaflor es un personaje plano. Aparte de ser guapo no hay nada. Las mujeres se encaprichan de él un momento. No necesita más. Es un personaje pobre espiritualmente. Nunca llega a arraigarse en una relación con una mujer. Las mujeres le buscan para una noche”, agrega.

“Llamas es el hombre que ama a las mujeres, que las idealiza. Es el personaje más quijotesco, el que puede tratar de entender a las mujeres porque sabe que, aparte del encuentro erótico. hay otra cosa en las relaciones”, resume Bayón.

El autor ha intentado huir de lo dramático para adentrarse en la sátira y en lo festivo. “Con esto se podía haber hecho un drama. En lugar de hacer un drama, he preferido una comedia, desaforada en algunos aspectos, que evoluciona hacia la comedia más fina literariamente”, comenta Bayón. Y el escenario de la novela, Playaclara, con sus famosos de medio pelo, sus jeques antipáticos, su hipocresía y el oportunismo como norma de vida, aporta mordacidad a la obra. “La novela tenía que tener algo de esperpento. Pongamos que hace 10 años la costa española, no solo la Costa del Sol sino también Levante, era así. El nuevorriquismo da para mucho esperpento”, concluye Bayón.