Sale en libertad la sindicalista de CGT tras 23 días de cárcel

A las 17.00, Laura Gómez, de 46 años, se echó las manos a la cabeza. Salía de la prisión de mujeres de Wad-Ras después de 23 días de cárcel y fuera la esperaban decenas de personas. Entre ellas, su madre de 70 años, y su hija, de 19. A la sindicalista de CGT, secretaria de organización en Barcelona, le fue impuesta esa severa medida preventiva por el juzgado de instrucción 23 de Barcelona después de que los Mossos la detuvieran acusada de quemar unos cartones delante de la Bolsa de Barcelona el día de la huelga general.

Los graves incidentes del 29 de marzo en Barcelona se saldaron con cuatro personas en prisión, además de decenas de imputados: tres jóvenes que fueron detenidos el mismo día de la huelga (Ismael, Daniel y Javier), y Laura, a la que los Mossos arrestaron el 24 de abril. Al día siguiente, ingresó en prisión.

Laura está acusada de los delitos de incendio, daños, coacciones y desórdenes públicos. El juzgado dictó la prisión preventiva sin fianza, esgrimiendo que había peligro de reincidencia en varias citas consideradas de riesgo que ha vivido Barcelona en las últimas semanas, como el Día del Trabajador o la reunión del Banco Central Europeo (BCE). Su abogada recurrió, sin éxito, la orden de prisión preventiva.

El 4 de mayo, cuando acabó la reunión del BCE, la titular del juzgado de instrucción 18 de Barcelona, que llevaba el caso de los tres jóvenes les dejó en libertad —la Audiencia se pronunció a la vez y consideró “innecesaria” la pena de prisión preventiva—. Pero Laura siguió encarcelada. Ayer, tras 23 días entre rejas, otro juzgado, el de instrucción número 28, que investiga la hoguera que se encendió delante de la Bolsa, decretó la libertad para Laura. “No pudiendo ser la medida de prisión anticipo de la pena a imponer y constatando designado domicilio, así como habiéndose debilitado los riesgos de reiteración de hechos, al haber transcurrido a día de hoy las manifestaciones previstas, procede acordar la libertad”, reza el auto del juez.

Pero con condiciones: con el previo pago de una fianza 6.000 euros. Algo que CGT pudo sufragar sin problemas gracias a una cuenta solidaria abierta para ayudar a costear la defensa de Laura. Desde el 8 de mayo, ha logrado recaudar unos 20.000 euros. A partir de ahora, la sindicalista, —igual que Ismael, Daniel y Javier—, tiene la prohibición de participar en nuevas manifestaciones mientras dure la instrucción del caso, según el auto.

La CGT tenía prevista ayer una jornada de protesta para pedir la libertad de Laura. A las nueve de la mañana, se dieron cita delante de la Audiencia de Barcelona unas 400 personas. Cuando llevaban ahí poco más de una hora clamando por su liberación, llegaron las buenas noticias. “¡Han dictado prisión con fianza!”, empezó a correr. Y se desataron los besos y abrazos. Una parte de ellos siguieron con la protesta, que trasladaron al Parlament. Por la tarde, estaba prevista una manifestación desde la Delegación de Gobierno hasta la sede del Departamento de Interior. Pero CGT la cambió por una calurosa recibida a Laura en la puerta de la prisión en la que se ha pasado 23 días. Entre abrazos y llanto, la mujer celebró su libertad.