La oposición duda que con el plan de ajuste se alcance el ahorro previsto

Artur Mas ofreció ayer una conferencia de dos horas para explicar el plan de ajuste en la que sorprendió al no ofrecer ni una sola cifra. La oposición en bloque le reprochó después en el Parlament la falta de datos y mostró sus dudas sobre que con esas medidas pueda ahorrar 1.500 millones de euros para cumplir el 1,5% del déficit. El Partido Popular (PP) fue muy crítico también con la puesta en escena de Mas, le tildó de “llorica” y le echó en cara que dé “lecciones” a todo el mundo. Enric Millo, portavoz popular, confió en que el Ejecutivo acabe de perfilar el plan antes de presentarlo mañana ante el Consejo de Política Fiscal y Financiera.

Todos los partidos reclamaron a Mas que comparezca en el Parlament para detallar el programa. Primero lo planteó Joan Herrera, de Iniciativa (ICV-EUiA), y luego Millo recordó que la Cámara ya aprobó una resolución para que el Gobierno informe de sus decisiones presupuestarias. Las quejas cayeron en saco roto. El convergente Jordi Turull defendió que Mas ayer solo esbozó las líneas maestras del plan para no avanzarlas primero ante la prensa y no aclaró si este comparecerá en el Parlament al advertir un posible “ejercicio de tacticismo” de la oposición. “Nosotros ya ponemos la cara. No es que nos guste, pero es lo que nos toca. Que nos dejen hacer”, dijo.

El plan incluye dos de las medidas más reivindicadas por el PP en los últimos tiempos: el recorte en subvenciones y en las empresas públicas. Pero los populares reprochan que se hayan tomado con mucho retraso. Millo apuntó dos que rechazan: el recorte del salario a los funcionarios y las nuevas tasas la Formación Profesional.

La izquierda cargó con fiereza contra el plan porque ignora la corriente contra la austeridad que recorre Europa. Joaquim Nadal, del PSC, acusó a Mas de falta de transparencia y de atacar el Estado de bienestar; Herrera de haberse plegado de nuevo al PP y los mercados, y no haber hecho el menor esfuerzo para aumentar los ingresos con el impuesto a las grandes fortunas y a los bancos, recuperando el de sucesiones o aplicando una tasa a las nucleares. Y le recriminó su “osadía” por decir que los recortes no han supuesto atravesar las líneas rojas del Estado de bienestar: “Solo alguien que no es usuario de la sanidad y la educación pública puede decir eso”. Y Anna Simó, de ERC, sentenciado: “Con estos recortes estamos retrocediendo a los años ochenta”.