Austeridad y memoria

Un congreso como el que el PP celebra ayer y hoy en el Palacio Euskalduna cuesta “un huevo”, en gráfica expresión de uno de los directamente implicados en su organización, aunque traducir ese sustantivo en una cifra, siquiera aproximada, forma parte del secreto del sumario.

Eso sí, de la austeridad por la crisis no ha podido escapar —el presupuesto global del partido se ha reducido en los últimos cuatro años en un 10%—, de forma que ha costado la mitad que el cónclave que en 2008 eligió, en ese mismo lugar, a Antonio Basagoiti por vez primera. Y es el más barato en algo más de una década. La mayor parte de la factura se la lleva el alquiler de instalaciones en el palacio, pero “no hay otro sitio de Euskadi donde hacer un congreso así”, añadía otro responsable de la organización.

Con todo, los fondos llegaron para que cada compromisario tuviese por vez primera una carpeta con su nombre que contenía el reglamento del cónclave, otra documentación, las papeletas —el sí azul, el no rojo, “una coincidencia”— o un bolígrafo también personalizado. El menú —casi todos los compromisarios comieron en el palacio— apuntaba también a esa austeridad: 10 euros que daban derecho a ensalada de pasta, confit de pato o merluza, postre y vino o agua.

Cuando al congreso de un partido se llega con una sola candidatura y sin casi oposición —“esto es el sóviet”, bromeaba un parlamentario—, las conversaciones en los corros de los pasillos no eran para negociar listas, sino para reencuentros o comentarios de la jugada. Más de un compromisario quiso retratarse usando su móvil con Basagoiti o algún otro dirigente.

El congreso recordó el asesinato de Baglietto, del que se cumplían 32 años

El momento más emotivo de la jornada se produjo en su mismo inicio, antes incluso de constituirse la mesa presidencial. Antón Damborenea, en su condición de presidente del comité organizador, recordó que ayer se cumplían 32 años del asesinato por ETA en Azkoitia del miembro de UCD Ramón Baglietto. Su viuda, Pilar Elías, histórica militante popular, exconcejal y ayer compromisaria, recibió el aplauso de todos los presentes en pie. “Ha sido muy emotivo para mí”, reconocía luego a EL PAÍS. Y más cuando se abrazó al exministro de Exteriores Marcelino Oreja, quien entró en política precisamente de la mano de Baglietto.

Elías es una de las promotoras de la plataforma Mujeres por la Justicia que ha convocado la primera protesta de víctimas contra un Ejecutivo popular.

Dirigentes del PP daban especial relevancia a la asistencia al cónclave de Oreja —“estoy encantado aquí”, señalaba él— en su condición de referente histórico del centro-derecha en Euskadi. “Él fue el padre político de Jaime Mayor Oreja”, recordaba un miembro de la pasada y de la actual ejecutiva. Ello trazaba así un arco entre el inicio de la Transición y la renovación actual del partido con Basagoiti.