Dos décadas de arte brasileño inundan A Coruña

Brasil está de moda y su potencial económico, puesto de manifiesto en los últimos años, ha contribuido a que su arte se haya convertido en una marea que inunda museos, galerías y ferias de arte en todo el mundo. Ofrecer una panorámica de lo que ha sido el arte brasileño en las dos últimas décadas es el objetivo de la muestra This is Brazil!, que se abrió ayer en las sedes del Palexco y del Kiosko Alfonso de A Coruña. Junto a piezas de artistas consagrados como Ernesto Neto, Vik Muniz o José Damasceno se exhiben las de otros creadores menos conocidos en España pero igualmente presentes en el mercado internacional como José Bechara, Sandra Cinto, Rubens Mano o Irán do Espíritu Santo. En total se exhiben cerca de 70 piezas realizadas por 38 artistas.

David Barro, comisario de la exposición y buen conocedor del arte brasileño ya que ha trabajado con muchos de estos nombres en los últimos años, explica que no se debe agrupar a estos artistas bajo una marca común ya que cada uno de ellos trabaja desde unos postulados muy diferentes, aunque "si tuviese que hablar de una característica que agrupa a algunos de ellos diría que es la búsqueda de la fragilidad formal que vemos en las obras de artistas como Sandra Cinto, Fernanda Gomes, José Damasceno o Irán do Espíritu Santo. Todos ellos trabajan con lo sutil y siguen el hilo poético que han tendido creadores de generaciones anteriores".

El comisario advierte que durante el recorrido por la muestra los visitantes van a poder apreciar que hay "muchos Brasil" aunque lo que más llega al público europeo es lo que se hace desde São Paulo y Río de Janeiro, dos ciudades que además del poderío político y económico suman una nómina de artistas de gran calidad. Aunque ha habido nombres importantes e influyentes desde hace años, a partir de los años 90 se produce una auténtica explosión artística que lleva a los creadores del país latinoamericano a convertirse en protagonistas habituales de exposiciones en los mejores museos del mundo.

"Brasil siempre ha sido un país rítmico, creativo", explica Barro, "pero en los últimos años su poderío económico ha permitido también que sus arte haya conquistado el mercado internacional. Esto también se nota en los precios, las obras que más han subido su valor en los últimos años son las de los artistas brasileños y de los chinos". El comisario destaca que los artistas brasileños demuestran una gran maestría a la hora de convertir la experiencia local en obras que interesan en el mercado internacional. “La nueva generación de creadores procedentes de Brasil es más internacional, más caótica y menos romántica que las anteriores”, indica Barro.

El público coruñés podrá ver la gran variedad de formatos y temáticas tratadas por el arte brasileño en los veinte últimos años. Por las características del espacio, el Palexco acoge las piezas más espectaculares mientras que en el Kiosko Alfonso se exhiben, en general, las de menor tamaño. Entre las obras más conocidas se encuentran una escultura-instalación de Ernesto Neto, uno de los nombres claves del arte contemporáneo a la hora de hablar de la experiencia sensorial, y varias fotografías de Vik Muniz, un artista de gran éxito internacional con su original método de componer imágenes, utilizando elementos como el caramelo o el chocolate comosi fuesen pintura.

Pero durante el recorrido por la muestra también puede verse el trabajo de otros artistas menos conocidos que optan por utilizar materiales improvisados, casi de deshecho para realizar sus piezas. Es el caso de Marepe, Rivane Neusenschwander, Cao Guimarães o Marcos Chaves. "Hay muchos artistas únicos en Brasil y con esta exposición pretendemos dar a conocer la obra de algunos que van a seguir dando mucho de que hablar en el futuro", concluye Barro.

La exposición viene acompañada por un catálogo donde el propio David Barro y el comisario y crítico brasileño Paulo Reis, recientemente fallecido, realizan un análisis pormenorizado de la evolución del arte en Brasil desde los años 60 hasta la actualidad.