Doble pago también al volante

La secuencia es la siguiente. Una información señala que el Ejecutivo de Rajoy estudia cobrar peajes “baratos” en todas las autovías. En La Moncloa ni confirman ni desmienten, hasta que algún periodista consigue preguntar al presidente en un pasillo y él niega que lo vaya a llevar a “ningún” Consejo de Ministros. Para entonces, en el transcurso de dos días, la avanzadilla ya está en marcha. En la Comunidad de Madrid la presidenta Esperanza Aguirre lo ha anunciado para la región en una entrevista en el diario Abc con ese halo de inevitabilidad que acompaña a los anuncios aciagos sobre recortes y copagos: “Vamos a tener que poner peajes en las carreteras”.

Y su número dos, el vicepresidente regional Ignacio González, comparece tras este anuncio para apuntalar la idea sin decir tampoco cuándo ni cómo: “Hay que establecer un cobro por el uso y disfrute de las carreteras”. Ambos aluden a distintas cifras poco precisas. La presidenta dice que se gastan 30 millones en mantenimiento (que son 65,5, según el presupuesto de 2012) y González habla de 100 millones, también para mantenimiento. A lo que se refiere, según aclara después un portavoz de Transportes, es a los 103 millones de dinero público que se destinan este año a peajes en sombra.

Porque no es que los ciudadanos tengan que pagar “por el uso y disfrute” de las carreteras. Es que ya lo hacen. Hay cuatro vías regionales (M-407, M-45, la M-511 y M-501) que se financian por este sistema de peaje en sombra, es decir, a través de impuestos. Una o varias adjudicatarias construyen y gestionan. Y el Gobierno regional abona un canon anual por los vehículos que circulen por las carreteras. El coste final suele ser superior al que pagaría la Administración si lo hiciera con medios propios.

Aguirre apunta a dos de estas vías como posibles trayectos por los que cobrar al conductor: la M-501, conocida como la carretera de los pantanos, y la M-45, que transcurre entre San Fernando de Henares y Leganés. Esta última es la original. La genuina. La madre. La primera de todas las vías con una concesión. “El de la M-45 es un contrato muy mal hecho, está indexado a la inflación anual, con lo que eso significa”, resume la diputada de UPyD Loreto Ruiz de Alda.

En 2005 este periódico publicó lo que costó construir esta carretera: 487 millones. La concesión a 30 años supondrá que la Comunidad acabará pagando 1.670 millones, casi cuatro veces más.

Ruiz de Alda preguntó por las vías con peajes en sombra en el pleno del 9 de febrero al consejero de Transportes, Pablo Cavero, que se estrenaba en el hemiciclo. Le recordó que el 40% del presupuesto de carreteras lo engullen las concesionarias y le recriminó que ha habido “demasiados proyectos de colaboración público-privada que han resultado económica y financieramente un fiasco para la Administración”. Cavero no respondió entonces ni Transportes da datos del asunto ahora.

“Con la M-45 se forra y compensa lo que pierde en las radiales”, coinciden los partidos de la oposición en la Asamblea. “Esto es el principio, vamos hacia la privatización de Metro y el troceo de Renfe”, añade José Manuel Franco (PSM). “Aguirre no está interesada en encontrar una solución a este sistema de peajes. Se hace una liquidación y solucionado. Los madrileños no tendrían que pagar un canon por 20 años más”, agrega la diputada de Izquierda Unida Carmen Villares.