Los jubilados al sol
La Obra Social de Caja Madrid cierra los centros para mayores por falta de fondos
Desde que María Blanes, de 69 años, descubrió el espacio cultural para mayores Madrid Centro, el pasado mes de diciembre, no ha habido semana en que haya faltado a sus clases de teatro y poesía. En el centro, perteneciente a la Obra Social Caja Madrid, Blanes se recuperaba de la depresión que sufre por la reciente muerte de su marido. Hasta ahora. La obra social de la entidad bancaria les comunicó la semana pasada que cerrará la mayor parte de los 25 centros culturales que hay en la Comunidad.
Más de un centenar de jubilados se congregó ayer por la mañana a las puertas de la oficina de la Obra Social, en el centro de la capital, para exigir a la entidad que los atendiera y les explicara por qué a partir del próximo viernes estos lugares de ocio no abrirán más sus puertas. Aunque el censo no está actualizado, son muchos miles los pensionistas madrileños que están inscritos a estos espacios.
“Muchos ancianos no sabrán dónde ir ni qué hacer. Cada cual intentará asociarse a otros centros y se romperá la red de amistad que hemos entablado durante años”, lamenta Miguel Ángel Ortiz, asiduo al centro Sur Batán, en el suroeste de la ciudad. Los propios jubilados han gestionado las actividades a través de una red de voluntariado, de manera que durante los 40 años que estos espacios han permanecido abiertos, el banco solo ha intervenido a través de empresas subcontratadas de gestión en la colocación de un conserje por cada centro y un gestor por cada cinco.
“Nos ha costado mucho tomar esta decisión”, explicaba ayer José Guirao, coordinador de la Obra Social Caja Madrid, dos horas después de haberse reunido con una docena de jubilados para explicarles la situación. “Entendemos que es doloroso pero cuando hay menos dinero tienes que decidir entre unos programas y otros. Hemos optado por atender problemas sociales y asistenciales más graves, que afectan a personas con discapacidad, dependientes, sin hogar”. Caja Madrid destinará 22 millones a la apertura de 10 centros asistenciales en la Comunidad, con un total de 4.000 plazas. Los centros culturales para mayores suponen un coste anual de diez millones de euros, y en este contexto Guirao reconoce que no se pueden permitir el mantenimiento de estos locales. “El presupuesto depende de los beneficios de la entidad y este año, debido a la reforma financiera, todas las ganancias deben destinarse a las reservas del banco”, explicaba Guirao.
El mantenimiento de estos locales tiene un coste anual de 10 millones de euros
Los puntos de encuentro para jubilados no van a ser los únicos afectados. Las bibliotecas y las escuelas de idiomas de Caja Madrid instaladas en la Comunidad de Madrid, Castilla La Mancha y en de Santiago de Compostela también se cerrarán. Con este recorte la Obra Social ahorrará aproximadamente un 50% del presupuesto.
De los 25 centros para mayores que hay en la región, solamente cuatro permanecerán abiertos porque se ubican en sitios donde no hay otros espacios que den cobertura a estas necesidades. La Obra Social también se ha mostrado dispuesta a ceder gratuitamente el local a los ayuntamientos afectados siempre y cuando tenga el mismo uso. Torrejón de Ardoz, Morata de Tajuña o Alcalá de Henares son algunos de los siete consistorios que se han acogido a esta oferta. El Ayuntamiento de Madrid la ha declinado porque considera que tiene una infraestructura suficiente, según Guirao.
Otra de las soluciones es la cesión del local a los inquilinos y que ellos mismos se autogestionen. Mientras los coordinadores de Madrid Centro debatían ayer por la tarde esta propuesta, Asunción Gómez, de 86 años, acababa los deberes del taller de memoria. ¿Se tendrá que olvidar esta anciana de sus clases?
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