Griñán quiere a Valderas de vicepresidente

El acuerdo de coalición entre PSOE e Izquierda Unida está hecho. Falta un trámite no menor como es saber qué opinan los militantes de la federación. El próximo martes día 24 votarán en urna. Pero, como asegura un dirigente, la cúpula de IU “no convoca un referéndum para perderlo”. Socialistas e IU están ya en la fase del reparto de responsabilidades en el próximo Gobierno andaluz, que se enfrentará a una descomunal crisis económica y a un Ejecutivo central que ha intensificado sus amenazas de intervención si la comunidad no cumple con la estabilidad presupuestaria y el objetivo del control del déficit.

El socialista José Antonio Griñán será investido presidente los primeros días de mayo, aunque a él le gustaría adelantar la elección a la semana próxima, según fuentes del entorno del secretario general del PSOE. Será en todo caso el nuevo presidente del Parlamento, Manuel Gracia, el que fije la fecha de la sesión de investidura.

Griñán tiene decidido reducir el número de consejerías —ahora son 13— y crear una vicepresidencia primera que debe recaer “lógicamente” en el coordinador de IU, Diego Valderas, indicaron las fuentes consultadas. El propio Valderas defendió el día anterior en la ejecutiva de IU una vicepresidencia y al menos tres consejerías, en una reunión que fue muy tensa porque algunos no entendían que la federación hubiera renunciado a la presidencia de la Cámara autónoma. Valderas, que fue a saludar de manera efusiva a Griñán en los pasillos del Parlamento ante una maraña de fotógrafos, se ve en el Gobierno andaluz, cuando este jueves aseguró que su nombramiento como portavoz del grupo parlamentario es “provisional” y que con “mando en plaza” se ejecutan mejor las políticas.

Con el coordinador de IU como número dos del Ejecutivo se visualizaría de manera clara el poderío de la federación, aunque habrá que esperar a ver los decretos del organigrama del Gobierno para saber si entre las funciones del vicepresidente estará la de presidir los llamados consejillos, es decir, las reuniones preparatorias de los Consejo de Gobierno donde se deciden a qué propuestas e iniciativas se les da prioridad.

Griñán prefiere que la sesión de investidura sea la próxima semana

Las fuentes próximas a Griñán indicaron que esta vicepresidencia tendrá a su cargo una consejería. Probablemente, la de Gobernación. Este departamento es el interlocutor directo con los Ayuntamientos y tiene un fuerte contenido político. Además, propone al alimón con la Consejería de la Presidencia a los delegados del Gobierno andaluz en las provincias.

En la actualidad, Gobernación también tiene a su cargo las competencias de Justicia. Los sectores más conservadores de la judicatura se echan a temblar con la posibilidad de tener como jefe político a un consejero izquierdista. Griñán conoce estos recelos y el partido de Valderas también es consciente de los sarpullidos que levanta en estos círculos, pero tampoco ambiciona estas competencias porque apenas tiene perfil político y su misión es pagar nóminas y dotar de medios al sistema judicial.

IU planteó elegir un viceconsejero en los departamentos de los socialistas

Según algunas fuentes, Justicia podría pasar a depender de la Consejería de la Presidencia. Aunque Griñán no tiene decidida aún la estructura del Gobierno, sí está pensando ya en los perfiles de las personas que ocuparán determinadas secretarias generales como la de Justicia o la de Cultura —que podría unirse a Educación— para que no pierdan proyección.

También Izquierda Unida tiene decidido las características de los que entrarán en el Consejo de Gobierno. Quiere, sobre todo, a dirigentes con más capacidad política y de interlocución que de gestión. En las negociaciones, IU llegó a plantear un Gobierno cremallera, es decir, nombrar a un viceconsejero en todas las consejerías dirigidas por un socialista. El PSOE se negó.