El PP y la izquierda acusan al Gobierno de Mas de despreciar al Parlament

Toda la oposición, con mayor o menor dureza, cargó ayer contra el Gobierno de Artur Mas por despreciar olímpicamente las resoluciones aprobadas por el Parlament. El clamor, que fue común desde el Partido Popular (PP) hasta Iniciativa (ICV-EUiA), se produjo después de que el portavoz del Ejecutivo, Francesc Homs, anunciara que no ejecutara la resolución de la Cámara, promovida por los ecosocialistas, que le obliga a impulsar medio centenar de colegios y ambulatorios porque no puede afrontar su coste de 1.477 millones de euros. La resolución fue aprobada en el pleno de los recortes con los votos de toda la oposición, 69, frente a los 61 de CiU.

Tras la reunión del Gobierno catalán, Homs dijo que una resolución no es una ley y alabó la sinceridad del Gobierno al reconocer que no puede ejecutar las obras porque las finanzas están bajo mínimos. Pero olvidó de algo: que gran parte de ese listado era uno de los 10 puntos del acuerdo que firmaron CiU y el PP y que permitió desencallar los presupuestos. La relación de inversiones había sido incluida en el pacto a petición del PP. Las palabras de Homs fueron tomadas como un desaire por los populares que acusaron al Gobierno de mentir e “intoxicar” para tapar “su incapacidad, inutilidad e incompetencia”. “Homs miente de manera deliberada o piensa que el resto de la humanidad es tonta. O las dos cosas. Y eso es preocupante”, dijo tremendamente enojado Enric Millo, portavoz del PP.

“Homs miente o cree

La irritación popular se debe a que en su pacto con CiU se instaba al Gobierno a presentar un informe antes del final de este año sobre la prioridad de las inversiones . Es decir, en el escrito no se obligaba a finalizar los equipamientos. Y, en la resolución del Parlament, solo se habla de “impulsarlos. Los dos acuerdos, por tanto, no implicaban a Mas a consignar partidas de forma automática. Molesto por la derrota parlamentaria, el Gobierno dio un paso al frente y difundió el coste de los equipamientos como argumento para no realizarlos.

La reacción causó estupor en la oposición. Anna Simó, de Esquerra (ERC), mostró su perplejidad ante la “bronca” que el Gobierno echó a todos los partidos y recordó que su socio es el PP. Dolors Camats, de ICV, agregó que CiU despreció a la Cámara y que olvidó que está en minoría. “La resolución no es una invención nuestra”, apuntó la ecosocialista esgrimiendo el acuerdo CiU-PP. “Quien hizo el listado fueron ellos. Y ahora es papel mojado. O CiU nos engaña a todos o engaña al PP”, dijo Camats, que explicó que su grupo ha pedido el amparo de la presidenta del Parlament, Núria de Gispert, al denunciar que la Mesa le ha impedido este año presentar proposiciones de ley.

Pese a la tormenta, el PP no planea romper su relación con CiU. “No ha superado el trauma de estar en minoría”, apuntó sarcástico Millo, que lanzó un aviso a Mas, que mañana inicia las rondas con ERC para negociar el pacto fiscal. “Si quieren que tenga éxito, el PP no puede quedar excluido”. CiU ya había acogido con fastidio el Pleno de los recortes. Y su portavoz Ramon Espadaler, acusó a la oposición de hacer “tacticismo”: “No despreciamos nada. Solo nos quieren zancadillear”.