La suciedad dispara las quejas

La limpieza de las calles trae de cabeza a vecinos y Ayuntamiento de Valencia. Las quejas por el deficiente aseo de la vía pública en la capital crecieron un 46% de mediados de febrero a mediados de marzo, que se verá hoy en el último informe de la Comisión de Quejas y Sugerencias del Consistorio de la capital. Si la vez anterior se presentaron 50 quejas, esta vez han sido 73, según fuentes municipales.

La mayoría de quejas tenían que ver con contenedores de residuos repletos o desbordados, por falta de limpieza, excrementos de animales domésticos o solares y edificios con acumulación de suciedad. La recogida de enseres de las calles es de los servicios con menores reclamaciones. Los reiterados recortes anunciados por el Gobierno local de la popular Rita Barberá han acabado por afectar a los servicios de limpieza municipales, que prestan tres grandes empresas por concesión.

En los últimos meses, las quejas se generalizaron en la mayoría de distritos de Valencia. Y los números corroboran el recorte. El presupuesto que el Gobierno de la popular Rita Barberá dedica este año a limpiar la vía pública apenas llega a los 54 millones, mientras en 2011 fue de 60 millones. Las propuestas de las tres contratas que se ocupan de la limpieza —FCC, SAV y Secopsa— calcularon para 2012 que los servicios necesarios requerían de un gasto próximo a 78 millones.

Los periodos críticos con los recortes son las vacaciones. El pasado verano, la suciedad en distintas calles y solares causó indignación en algunos barrios. A principios de 2012 afloraron de nuevo las quejas. Un grupo de vecinos del barrio de El Cabanyal ha salido dos veces a la calle con escobas y recogedores en señal de protesta.

Las quejas por la suciedad en las calles solo han sido superadas por las que los ciudadanos han presentado en disconformidad con las decisiones de los servicios municipales. Si en el periodo anterior se registraron 65 quejas al respecto, en el último informe aparecen 111 reclamaciones, con un aumento superior al 70%. La mayoría tienen que ver con la falta de presencia policial, y en menor medida con la presencia de gorrillas o diferencias con la actuación de la Policía Local.

Hasta el 15 de marzo, fecha límite de recogida de las quejas de este informe, se habían presentado hasta 33 reclamaciones con motivo de las fiestas falleras. Curiosamente, dentro del apartado de contaminación acústica, solo se registraron tres quejas por la presencia de botellón.

También se registraron algunas protestas relacionadas con la falta de uso del valenciano en la tramitación oficial de documentos del Consistorio. Un ciudadano, por ejemplo, ha presentado una reclamación porque la notificación de una multa no le llegó en valenciano, como solicitó en su momento. La queja se ha presentado ante la Sindicatura de Greuges y aparece como estimada.