“Está muy disgustado”
Respetado en la Ertzaintza, inteligente y culto, el director del cuerpo pasa sus horas más bajas por el ‘caso Cabacas’
“En cuanto me enteré de los incidentes le llamé”. Al poco de producirse los altercados que costaron la vida al joven Iñigo Cabacas, el exviceconsejero de Seguridad, Rafael Iturriaga, quiso contactar con José Antonio Varela, director de la Ertzaintza, al que encontró "muy disgustado" y bajo el peso de la “incertidumbre” de esos primeros días, antes de producirse el fallecimiento de Cabacas y de conocerse que el impacto de un pelotazo le había matado. “Le molestaban las especulaciones que surgieron en torno al suceso, incluida la que apuntaba a la brigada de refuerzo como responsable de lo sucedido”, señala Iturriaga. El exresponsable de Seguridad conoció a Varela al poco de ser nombrado viceconsejero y le pareció un hombre "muy inteligente" y "culto". Varela, licenciado en Derecho por la UNED —cursó el doctorado en la especialidad penal—, diplomado en práctica jurídica por la Escuela del Colegio de Abogados de Bizkaia y con estudios en Psicología, pertenece además a la primera promoción de la Ertzaintza.
Desplegó toda su carrera profesional en paralelo al propio desarrollo del cuerpo policial, ascendiendo de manera progresiva desde el grado de suboficial hasta el de comisario. “Es un hombre muy respetado en la Ertzaintza porque ocupa su puesto con toda legitimidad. Ha llegado a ese puesto por méritos y trabajo, algo que reconoce todo el mundo. Hay un hecho que refleja bien esto: Cuando se produjo el conflicto sindical en el seno del cuerpo nadie le puso nunca en cuestión. Es el líder natural del cuerpo”, apunta Iturriaga, exasesor del lehendakari Patxi López y miembro del Tribunal Vasco de Defensa de la Competencia (TVDC).
De cerca
José Antonio Varela (San Sebastián, 1959) comenzó su andadura profesional en la Ertzaintza en 1982. Licenciado en Derecho y con estudios en Psicología por la UNED, Varela está especializado en tráfico, área sobre la que ha llegado a publicar documentos teóricos. Además, ha impartido formación en derecho procesal y ha sido ponente en múltiples cursos y seminarios especializados, dirigidos tanto a profesionales de la policía como a jueces y fiscales a lo largo de su dilatada trayectoria profesional.
Y es que la carrera de Varela es prolija. Entre los años 1992 y 1995 se encargó de coordinar al grupo de agentes de la Ertzaintza que reforzaron la plantilla de la policía local vitoriana en la etapa previa al despliegue de la Ertzaintza, en la capital de Álava. Más tarde participó en las labores de organización que precedieron a la llegada de la Ertzaintza a Vitoria, convirtiéndose en el año 2000 en el primer comisario jefe de la nueva comisaría de la capital alavesa.
Dos años después, asumió el mismo puesto en la comisaría vizcaína de Muskiz, regresando cuatro años más tarde de nuevo a Álava para hacerse cargo de la Unidad Territorial de Tráfico de dicho territorio, cargo en el que permaneció hasta que Iturriaga le nombró director de la Ertzaintza en mayo de 2009.
El exviceconsejero de Seguridad, Rafael Iturriaga, resalta su “valentía”
“Cuando le ofrecí el puesto me respondió que él era experto en tráfico y que le gustaría ser el responsable de dicha unidad, pero le dije que eso lo haría por debajo de la pata y que tocaba asumir retos. Lo entendió. Solo me pidió un fin de semana para comentarlo con su familia y después me dijo que sí. Fue valiente”, rememora el exviceconsejero, que abandonó su cargo en junio de 2011 en plena bronca con los sindicatos y fue sustituido por Miguel Buen. “Creo que acerté claramente. Ha cumplido su labor de forma muy satisfactoria”, se felicita Iturriaga, quien se imagina el mal trago que estará pasando Varela, “tiene que estar sufriendo extraordinariamente”, al tratarse de un hombre en absoluto “frío”, sino cercano. Gran aficionado al ajedrez, los colaboradores más próximos de Varela le definen como “una buena persona muy pendiente del lado humano de las relaciones, que confia plenamente en sus colaboradores”.
Iturriaga asegura que la Ertzaintza está “muy dolida”, ya que la vocación del cuerpo es “asumir riesgos para garantizar la vida de los ciudadanos y cuidarles” y “no la causa de una desgracia”. Además, el exresponsable de Seguridad, quien también fuera consejero del Tribunal Vasco de Cuentas, órgano que presidió entre 1995 y 2001, matiza que la operación desplegada por la Ertzaintza tras el partido entre el Athletic y el Schalke 04 fue de “socorro” de dos personas heridas y no de “orden público”. Ahora bien, el exviceconsejero subraya que “no hay nada comparable al dolor de la familia” de Cabacas.
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