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Feijóo admite que los recortes del Estado “tendrán impacto” en Galicia

Blanco y Jorquera coinciden en que no se podrá ejecutar todo lo presupuestado

El exministro José Blanco durante su conferencia de prensa de ayer.
El exministro José Blanco durante su conferencia de prensa de ayer. XOAN REY (EFE)

Pese a lo mantenido hasta ahora por Xunta y PP, los recortes de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) presentados el martes sí repercutirán en las previsiones de las cuentas autonómicas aprobadas en diciembre. La Xunta aseguraba que ya había aplicado en sus presupuestos los ajustes necesarios derivados del control del déficit. Ayer, sin embargo, el presidente, Alberto Núñez Feijóo, admitía que Galicia se verá afectada nuevamente por lo ahora desvelado en las cuentas estatales.

Feijóo centró su valoración de los PGE en elogiar el esfuerzo de Fomento en infraestructuras de transporte, a las que se dedica el 94% de los 1.700 millones de inversión total en Galicia. Pero el presidente admitió que hay “otras cuestiones que afectan a otros departamentos ministeriales y que afectan al resto de España y de Galicia” de las que la Xunta está “evaluando el impacto”. Según dijo, esas “otras cuestiones” al margen de las infraestructuras “por supuesto que van a tener un impacto en las capacidades presupuestarias de la comunidad autónoma”.

“Algunos programas cofinanciados con el Gobierno tendrán una disminución conforme con las que afectan al resto de ministerios”, afirmó Feijóo, pese a lo cual insistió en que “los presupuestos de la comunidad continúan”, sin aclarar cómo se plasmará en ellos esa repercusión.

Blanco destaca que las cuentas ferroviarias tienen "trucos contables"

Desde la oposición, PSdeG y BNG coincidieron en criticar los PGE como “antisociales” por sus recortes al Estado del bienestar e “inejecutables” por consignar partidas que no se podrán concretar. Ambos partidos anunciaron que pedirán a Fomento que detalle a qué va a destinar los 700 millones que consigna para el tren entre Lubián y Ourense y pronosticaron que en ese tramo no se podrán ejecutar este año más de 200 millones.

El exministro José Blanco admitió que en materia ferroviaria las cuentas son “razonables” aunque contienen “trucos contables”. Expresó su “satisfacción” por que el actual Ejecutivo continúe con el modelo público-privado de ejecución del AVE a la Meseta que él eligió pese a las críticas de la Xunta, pero avanzó que pedirá que se traspasen fondos “inejecutables” del AVE a la Meseta al Eje Atlántico de Santiago a Vigo, donde sí se podrían ejecutar por estar las obras más avanzadas. El exministro también criticó que Fomento cuente como inversiones el pago de 100 millones en expropiaciones atrasadas, algo que no se había hecho “nunca en la historia”, y que cambie su criterio de primar la ejecución de infraestructuras al pago de expropiaciones.

El Gobierno elige "el modelo de China en lugar del de Suecia"

Blanco, que reaparecía en rueda de prensa tras su salida del Gobierno, ahora como diputado por Lugo y miembro de la comisión de presupuestos del Congreso, no quiso pronunciarse sobre su imputación en el caso Campeón y se limitó a mostrar su “respeto por la Justicia”. En clave interna reiteró que no está en sus “previsiones” ser candidato a la Xunta y cerró filas con el secretario general del PSdeG, Pachi Vázquez, una vez sus planteamientos han salido “reforzados” del reciente congreso en el que fue reelegido.

Desde el BNG, su portavoz en el Congreso y candidato a la Xunta, Francisco Jorquera, coincidió con Blanco en que en el AVE a la Meseta ADIF “no está en disposición de ejecutar” más de 200 millones ya que de lo contrario “tendría que endeudarse para asumir esa inversión, y no está en condiciones”. Por ello, Jorquera tildó los PGE de “fraudulentos” y alertó de una caída de 1.500 millones en las políticas activas de empleo y de un “muy significativo recorte de las políticas sociales”. Apuntó reducciones del 21% en educación y cultura, del 32% en industria, así como recortes en políticas sociales e investigación. Blanco, que manejó cifras similares, dijo que el Gobierno apuesta por un “modelo de crecimiento donde la mejora de la competitividad se hace con un ajuste salarial y no con innovación”, lo que a su juicio supone elegir “el modelo de China en lugar del de Suecia”.

Las críticas a los PGE también llegaron de diversos sectores económicos como el pesquero o el naval.

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