Los alcaldes cifran la superficie quemada en AsFragas en 1.500 hectáreas

Al alcalde de A Capela no le salen las cuentas de la superficie quemada en As Fragas do Eume. La Xunta mantiene desde el domingo que las llamas afectaron a 750 hectáreas en un incendio bajo control desde el lunes y que aún no se da por extinguido. El regidor, Manuel Meizoso (PSOE), asegura que solo en A Capela la tierra calcinada “suma 700 hectáreas”. “El margen de error es de 20 hectáreas arriba o abajo”, añade. Meizoso explicó que unas 560 están incluidas en el parque natural y 196 son zona de reserva, las más valiosas. El resto, 364 hectáreas, son terrenos forestales privados.

En la mayoría de estas parcelas arrasadas por el fuego había matorral, pinos y eucaliptos tan secos que fueron el combustible perfecto para las llamas. “El 90% de la fraga que había en A Capela desapareció”, insiste el regidor, que lleva cuatro días “desolado” adentrándose por los montes y su paisaje tenebroso. “Del verde que teníamos, al negro que tenemos”, lamenta.

Monfero aún no ha hecho el cálculo de los terrenos afectados, pero su alcalde, Benjamín Abad, ya sabe que 174 hectáreas arrasadas formaban parte de la reserva natural del parque. Meizoso calcula que entre A Capela y Monfero rondarán las 1.500 hectáreas, el doble de lo que admite Medio Rural. Las llamas llegaron a tocar Cabanas y As Pontes. Ayer hubo concentraciones vecinales de repulsa ante los consistorios pontés y capelán, ambos del PSdeG.

El mirador de Teixido (A Capela) es, por ahora, el único foco de un incendio muy virulento que ha dejado un reguero de cenizas. “Nos urge fijar la tierra y queremos que las ayudas lleguen cuanto antes”, reclama Meizoso. Las brigadas de Medio Rural y los soldados de la UME se concentraron ayer en enfriar la tierra con la ayuda de los medios aéreos. No hay llama y el bajón de las temperaturas ha ayudado a templar la situación. Casi el 50% de lo que se ha quemado (370 de las 750 hectáreas que reconoce Medio Rural) son terrenos de gran valor ambiental en el corazón verde de la fraga, que sin embargo ha conservado zonas intactas.