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MÚSICA | CLÁSICA

El triunfo de la bondad

El director de orquesta Gustavo Dudamel, de gira por España, ofrece un espectáculo de música y magia en el Auditorio Nacional de Madrid

Tiene la historia que cuenta Rossini en La Cenerentola un cierto aire de cuentos de hadas con proyección social. El final feliz que acompaña a la ópera llevó a sus autores a bautizarla con un segundo título moralizante: La bontà in trionfo, denominación que se ajusta de alguna forma al caso Dudamel. El director venezolano tiene 31 años solo, además de ser un símbolo del Sistema de Orquesta Infantiles y Juveniles de Venezuela, dirige desde hace cinco años la Sinfónica de Gotemburgo y ha prorrogado hasta la temporada 2018-19 su compromiso con la Filarmónica de Los Ángeles. Su triple actividad en Suecia, EE UU y Venezuela le absorbe 43 semanas al año. El resto del tiempo lo dedica a cumplir con las invitaciones permanentes de la Filarmónica de Berlín, la de Viena o La Scala de Milán, casi nada. Es, en efecto, lo más parangonable a un cuento de hadas con música de fondo.

Con la orquesta sueca, con la que ha estado la última semana de gira por España y Portugal, le vence el contrato este año, pasando a ser director honorífico. Escuchando su actuación en Madrid deja la agrupación en muy buen estado. No ha sucumbido Gustavo Dudamel a los peligros del divismo protagonista. Su manera de dirigir es ordenada, sobria, rigurosa y con los acentos justos. Es la apoteosis de la sencillez, lo que llevaría a calificar su ejemplo, emulando a Calderón, como el de “la humildad coronada”. Su Haydn, en concreto, fue modélico por limpieza y organización sonora. En un tipo de obras como la Sinfonía 103 es donde se ve a los buenos directores, más incluso que en los brillantes poemas sinfónicos de Strauss. El director venezolano se identificó, en cualquier caso, más con Así habló Zaratustra que con Don Juan. No se prestó a saludar en solitario, ni siquiera con el éxito arrollador que acompañó al concierto. Tampoco pudo evitar en algún momento cierto aire físicamente cansino que no alteró la gran profesionalidad de su trabajo.

Coincide su actuación en Madrid con la salida al mercado de Discoveries, un CD con selección de destacados movimientos sinfónicos en los que se alternan varias orquestas, acompañado de un DVD con un reportaje sobre Dudamel y el Sistema de orquestas juveniles e infantiles, que consiste en una vuelta de tuerca sobre el original Tocar y luchar aunque sin su frescura, siendo de gran utilidad, en cualquier caso, para conocer la filosofía social de la música en Venezuela.

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