Tres detenidos por el robo de más de 30 kilos de droga en Sevilla

Tres hombres son, hasta el momento, los detenidos como presuntos autores del el robo de 30 kilos de heroína y 1,5 de cocaína de un almacén del Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses de Sevilla descubierto el pasado jueves 22 de marzo.

Dos de los implicados, detenidos el pasado jueves, pasaron el sábado a disposición judicial y han quedado en libertad provisional imputados por un delito contra la salud pública. “El tercer detenido fue puesto en libertad por la policía, y tendrá que comparecer próximamente ante el juez de instrucción número 7, que lleva la causa”, informaron fuentes de la policía nacional.

De estos tres detenidos, está descartado que haya funcionarios del instituto, aunque sigue abierta la investigación. “No hay constancia de que a ninguna persona del Instituto Nacional de Toxicología, a la que se le pudiera abrir expediente disciplinario, haya sido detenida”, informan fuentes del Ministerio de Justicia, del que depende esta institución.

Es un dato relevante, porque, hasta alcanzar la droga, los detenidos tuvieron que sortear varios controles. En un primer lugar, a los vigilantes de seguridad encargados de custodiar el edificio, posteriormente saltar los controles de acceso y burlar las cámaras de vigilancia, y por último abrir con llave el laboratorio del servicio de Química del Instituto, donde se encontraban las sustancias.

El juez decano de Sevilla, Federico Jiménez Ballester, describió el lugar donde se estaba la droga como un “búnker dotado de medidas de vigilancia”. “En ese laboratorio es donde se sitúan las sustancias almacenadas para que los técnicos analicen su composición y pureza”, informan fuentes del Ministerio de Justicia.

Ese jueves 22, la directora del centro fue la que ordenó inmediatamente la clausura de la habitación, interpuso una denuncia en el juzgado de guardia y llamó a la Policía, cuando se percató de que las sustancias no estaban en el lugar que les correspondía. Posteriormente, agentes de la Unidad de Droga y Crimen Organizado (Udyco) y de la Policía Judicial se personaron en el lugar y tomaron huellas y muestras de ADN, informa Efe.

Los investigadores aún están examinando las imágenes de las cámaras de seguridad y entrevistando a los trabajadores para hallar pistas sobre la persona o banda que haya cometido el robo. Los primeros en declarar han sido los guardas de seguridad privada del edificio.