La enigmática sombra del PSM
La exsecretaria de Organización del PSM se ha convertido en “un símbolo” tras ser absuelta de prevaricar
Hay veces en las que del fango de la política brotan las muestras de concordia más insospechadas. Como el pasado martes, cuando un diputado de alto rango del Partido Popular dio la enhorabuena a un colega socialista en el comedor de la Asamblea de Madrid por una sentencia muy favorable para el PSM. El Tribunal Supremo acaba de absolver a Trinidad Rollán de un delito de prevaricación administrativa. Un año y dos meses después de que el TSJM la condenara a ocho años de inhabilitación para cargo público, sentencia que recurrió, la exsecretaria de Organización del partido limpió su imagen.
“El daño ya estaba hecho, Trinidad ha sufrido un linchamiento mediático, en lo personal y político. A través de ella han atacado al partido y a Tomás Gómez, por confiar absolutamente y con razón en su inocencia y mantenerla en el cargo hasta el último Congreso regional... Quienes enarbolaron la bandera de la ética en contraposición a Trini deberían reflexionar, ha sido la diana de las críticas externas e internas”, argumenta Maru Menéndez, nombrada su sucesora tras la reelección de Gómez como secretario general con el 59% de los votos. El exalcalde de Parla, que llegó a comparar a su exnúmero dos con el juez Baltasar Garzón por la persecución que sufrió, ha prometido “relanzar” su carrera. “Es un símbolo”, coinciden partidarios y enemigos.
Trinidad Rollán
Nace en Madrid en 1972. De 1999 a 2007 es alcaldesa de Torrejón. Gómez la asciende a secretaria de Organización en 2008. La mantiene en el puesto hasta el mes pasado.
Licenciada en Derecho y diplomada en Políticas, frente a la imagen que transmite la Ejecutiva de una Rollán “muy militante y vitalista, caracterizada su fortaleza anímica y una capacidad insólita en echarle horas al PSM”, sus detractores presentan a una mujer “fría, eficaz ejecutando las órdenes de arriba y que no delega porque le cuesta fiarse de la gente”. Todas las partes coinciden en resaltar su lado enigmático, con una Rollán cómoda en la sombra. “Es discreta y austera, como demuestra que dejara un remanente líquido en la tesorería de seis millones de euros en Torrejón de Ardoz”, cuentan en el municipio.
Alcaldesa de Torrejón entre 1999 y 2007 —Gómez la incluyó ese año en su primera Ejecutiva como responsable de Transportes, para ascenderla un año después a Organización—, los problemas de Rollán se remontan a 2001, cuando su equipo de Gobierno aprobó un convenio urbanístico en el que se vendía suelo municipal a Patrimonio Siglo XXI SA por 3,24 millones. El secretario del Ayuntamiento puso de relieve “la ilegalidad tanto de forma como de fondo del convenio suscrito”. Rollán declaró que “no conocía el informe del secretario”, pero los jueces les condenaron.
“Trini estaba convencida de que estaban ayudando a 107 familias en peligro de perder su vivienda”, la defiende Rosa Alcalá, secretaria de Administración del PSM, que conoció a Rollán cuando una y otra eran concejalas en Parla y Torrejón. Quizás de ese tiempo viene, dicen, “la sensibilidad especial” de la ex mano izquierda de Gómez. O su fama de ser “de convicciones muy seguras y compromisos adquiridos”, según sus admiradores. De más tarde viene “su colmillo retorcido en las negociaciones, algo necesario para ser secretaria de Organización”, reconocen sus contrarios. “Es y será la mejor”, concluye Menéndez. “Pero tomó la decisión de dejarlo...”, enfatizan en el PSM. Los Estatutos del PSOE, que tanto la perjudicaban, ya no son una amenaza.
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