Tercer plan piloto para implantar en Madrid la receta electrónica
El centro de salud de San Martín de la Vega ya ha prescrito 2.521 'e-recetas' El sistema se extenderá a otros municipios como Titulcia, Arroyomolinos y Ciempozuelos
La tercera experiencia piloto que pone en marcha la Comunidad de Madrid -la primera data de 2007- para implantar la receta electrónica en la región ha empezado a dar sus frutos: el centro de salud de San Martín de la Vega ha prescrito ya 2.521 tratamientos mediante este sistema, según ha informado esta mañana el Gobierno regional. Diez médicos de familia ya pueden prescribir de esta forma y las cuatro farmacias del municipio dispensan los medicamentos sin que los pacientes tengan que presentar papeles.
San Martín de la Vega ha sido pionero, tal y como adelantó EL PAÍS, en probar el sistema escogido por Sanidad para implantar la receta electrónica. Un proceso que constará de varias fases. En primer lugar, habrá que evaluar su impacto en el gasto farmacéutico y comprobar el funcionamiento de todos los circuitos (prescripción, dispensación y facturación), explica el Gobierno regional en un comunicado. Posteriormente, está previsto extender la e-receta a los centros de salud de Parque Coimbra, Arroyomolinos, Perales del Río, Ciempozuelos, Titulcia y Torrelaguna.
Madrid es de las pocas comunidades autónomas en las que aún hay que ir al centro de salud a recoger recetas en papel. Pese a que en 2007 el Gobierno regional anunció la extensión masiva de la receta electrónica, la región va muy retrasada en la implantación de este sistema que descongestiona las consultas y evita a los pacientes visitas innecesarias a los ambulatorios. El entonces consejero de Sanidad Manuel Lamela anunció a un mes de las elecciones autonómicas de 2007 un proyecto de prueba piloto y “la implantación progresiva de la receta electrónica en toda la región a lo largo de este año”. La e-receta aparece en el último programa electoral del PP, que a principios de este año resucitó el proyecto.
La receta electrónica supone una inversión de 1,5 millones de euros
La puesta en marcha de la receta electrónica supone una inversión de 1,5 millones de euros y su funcionamiento no conlleva costes adicionales. Según ha explicado el vicepresidente regional, Ignacio González, el sistema beneficiará a los farmacéuticos porque dedicarán menos tiempo a la facturación y más a la labor asistencial. El consejero de Sanidad, Javier Fernández-Lasquetty, ha presentado un informe ante el Consejo de Gobierno sobre el proceso de implantación de la receta electrónica.
Comunidades como Andalucía y Cataluña, con población semejante a Madrid, ya se benefician de las ventajas de la receta electrónica. En Andalucía existe desde 2006 y evita cada año nueve millones de consultas para renovar los tratamientos, según el Servicio Andaluz de Salud. Cataluña, por su parte, asegura que ahorra tres millones de euros al año en papel y que cinco millones de pacientes han dejado de acudir a los centros de salud para recoger recetas (el 70% ya se facturan en formato electrónico, según la Generalitat).
Las sociedades médicas estiman que un 30% del tiempo de consulta de un médico de familia se dedica a la burocracia, básicamente a las recetas. Así que los facultativos, junto con los pacientes, son los grandes beneficiados con la implantación de la receta electrónica. El funcionamiento es muy sencillo. Una vez el médico ha prescrito el tratamiento, y mientras esté vigente, no es necesario volver al centro de salud a pedir más recetas. Se pueden recoger los medicamentos en cualquier oficina de farmacia –en Madrid hay unas 2.800- únicamente mostrando la tarjeta sanitaria.
González ha recordado que la receta electrónica forma parte del Real Decreto-Ley de medidas para la mejora de la calidad y cohesión del Sistema Nacional de Salud, que establece que las Administraciones sanitarias la implantarán en el ámbito de su competencia antes del 1 de enero de 2013.
Esta será la tercera experiencia piloto que lleva a cabo Madrid. La primera data de 2007, en el centro de salud Parque Coimbra, en Móstoles. Sanidad reconoció entonces que había fallos. La segunda, también en San Martín de la Vega, es de 2009, y según farmacéuticos que participaron, “fue bastante mal”. De hecho, se acabó posponiendo, como recuerdan en la Asociación de profesionales de informática de la sanida madrileña (Apiscam). El proceso era muy lento y las bases de datos no estaban actualizadas, relatan los farmacéuticos.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.