Más huelguistas en las aulas que en los centros sanitarios
El hospital de Ourense fijó servicios mínimos para el 100% de enfermeros
José Luis Llamas intentó ponerse ayer en huelga en la sexta planta, de hematología, del Complejo Hospitalario Universitario de Ourense (CHUO) en el que permanece ingresado. Se resistió lo que pudo, pero las dos enfermeras habituales lo redujeron. “Es tan escaso el número de personal, que los servicios mínimos les afectan a todas”, sostiene el paciente, histórico militante de Izquierda Unida, evidenciando que solo los médicos que no fueron obligados a formar parte de los servicios mínimos, el 40% de la plantilla, pudieron ir a la huelga. Los habituales dos enfermeros por planta (uno cada 12 pacientes) no pudieron sumarse a la jornada reivindicativa: son los servicios mínimos del día a día. Si enferma uno, tiran de lista para cubrir su vacante.
Llamas se levantó, como es habitual, a las siete de la mañana, encendió el transistor para escuchar las noticias sobre la huelga y se sometió a la rutina diaria de control médico y ducha. Después se dejó atender por las enfermeras de turno, charló con las visitas (las suyas y las de sus compañeros de habitación) y detectó que “hay mucho miedo a las represalias patronales”.
En torno al 30% de los médicos que no formaron parte de los servicios mínimos secundaron la huelga, según datos del colectivo de facultativos que el Sergas reduce al 23% en la provincia. Estaban obligados por los servicios mínimos el 40% y, entre los que pudieron elegir, un 70% mantuvo la actividad, aunque más pausada que la habitual. “La influencia [de la huelga] fue escasa”, reconoce un representante del Colegio de Médicos. De los 1.100 trabajadores del CHUO, apenas 190 secundaron la convocatoria, “pero más de 700 formaron parte de los servicios mínimos”, explica otro facultativo.
Más significativo fue el bajón en el número de pacientes que asistieron a las consultas. Los médicos consultados destacan que fueron los pacientes, más que el personal sanitario, quienes respaldaron la protesta contra la reforma laboral posponiendo en lo posible sus consultas, afectados en buena medida por la ausencia de transportes públicos en la jornada de ayer.
En la enseñanza —junto con la sanidad, la parcela pública más afectada por los recortes de la Xunta— el respaldo fue superior. Los sindicatos cifran el seguimiento de los docentes en la provincia entre el 65% y el 70% en Primaria y Secundaria. En la mayor parte de los centros públicos, incluida la universidad, la jornada lectiva fue apenas simbólica y en institutos como el de As Lagoas, en el centro de la ciudad, o el de Allariz y los CEIP de Mende y Celanova, el respaldo a la huelga superó la media, según los sindicatos. Por primera vez en mucho tiempo, un amplio y visible colectivo estudiantil se echó a la calle para secundar la multitudinaria manifestación celebrada a media mañana en la ciudad.
La Xunta situó en el 29,17% el seguimiento de la huelga en la sanidad y en el 31,71% en educación en toda Galicia.
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