Dos años con la fe entre cenizas
Un conflicto con los dueños impide restaurar la histórica iglesia de Os Remedios, que ardió en 2010
Cada 8 de septiembre, Ourense celebraba la romería de Os Remedios, una fiesta religiosa que acabó derivando en una multitudinaria fiesta popular y gastronómica. Hasta 2010. El 28 de julio de ese año un incendio devoró la histórica capilla que cobijaba la imagen de la Virgen de Os Remedios y que daba nombre a la fiesta. Un cortocircuito en las bombillas del retablo central del altar redujo a cenizas 500 años historia. Solo quedaron en pie los muros perimetrales, los pilares y el sepulcro de los Montoto, la familia que ordenó su construcción. Las lágrimas de decenas de devotos de esta virgen que aquel día lloraban a pie de templo siguen dos años después.
El próximo mes de julio se cumplirá el segundo aniversario de ese incendio y la iglesia sigue quemada, sin techumbre y sometida a las inclemencias meteorológicas. Los conflictos entre Xunta, Ayuntamiento y propietarios impiden que esta insigne construcción de elevado valor sentimental que custodia el Puente Romano de la ciudad, sea restaurada.
Más allá de los muros que han tapiado su acceso, no se ha movido una sola piedra para remozar esta construcción del siglo XVI de estilo renacentista, declarada Bien de Interés Cultural dentro del conjunto histórico-artístico del Puente Romano. Hasta la fecha solo se han materializado unas obras de emergencia para proteger lo que queda en pie y que fueron financiadas en su integridad por el consistorio ourensano.
El pasado 12 de marzo se daba el paso más importante para su reconstrucción hasta la fecha. Aunque las conclusiones, más allá de las buenas intenciones, fueron decepcionantes. En un salón noble de la Casa Consistorial ourensana se reunían las partes implicadas: Obispado, Xunta, Diputación, Ayuntamiento y propietarios. En total unas 15 personas, pero no estaban todas. La capilla es de propiedad privada —los dueños son la familia Bobillo—, aunque su gobierno estaba cedido a los Salesianos, que a solo unos metros gestionan el colegio y la iglesia de María Auxiliadora.
Reconstruir la capilla costará algo más de medio millón de euros. Incluso existe un anteproyecto redactado por el arquitecto Adolfo Rodríguez de la Rúa por orden de la Xunta, pero los escollos legales para reformarla se levantan como un muro. Solo una parte de la familia propietaria ha cedido la propiedad de la construcción al Obispado. La otra parte quiere limitar esa cesión al uso pero no a la propiedad. Para el alcalde está todo “entrampado” ya que con tanta representación “es imposible acordar nada”. De hecho, ni siquiera se ha logrado contactar con todos los propietarios del inmueble.
Con las Administraciones perdidas en sucesivas reuniones, los fieles de esta señera construcción no se han quedado de brazos cruzados. El Obispado tiene en sus arcas algo más de 55.000 euros en forma de donaciones que se destinarán en exclusiva al mobiliario interior que se esfumó con las llamas. Tampoco se ha estipulado cómo se repartirá la tarta de aportaciones para financiar la reforma. El alcalde de Ourense, Francisco Rodríguez, ha manifestado en numerosas ocasiones que estarían dispuestos a aportar financiación. También se está buscando la colaboración del Ministerio de Cultura a través de subvenciones debido a su catalogación monumental. La historia se enreda más, ya que el consistorio local está obligado a reclamar a la familia propietaria los 50.000 euros que costó la obra de seguridad.
El proyecto básico y ejecutivo de rehabilitación asciende a 562.182 euros. Además de reconstruir la construcción, también plantea reformas sobre las modificaciones que el edificio fue sufriendo durante sus 500 años de vida. Se recuperará la bóveda de madera de la nave central, se habilitará el rosetón del frontal de tal forma que permita el paso de luz natural y se abrirán las puertas laterales de la nave. El consistorio ourensano ha manifestado en numerosas ocasiones que es preciso fijar “con urgencia” un calendario de actuaciones a través de presupuesto consignado con plazos de ejecución y un acuerdo o convenio de cesión de la propiedad, pero de momento salvo la voluntad, poco más se ha conseguido. El próximo paso será una reunión de técnicos que analizará las posibilidades colaboración económica para la reforma.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.