Sánchez-Camacho ve "delirante" la nueva ‘hoja de ruta’ de Mas

El Partido Popular (PP) mostró ayer su irritación ante la hoja de ruta independentista aprobada por Convergència Democràtica de Catalunya (CDC) y ha decidido aplicar la máxima a río revuelto, ganancia de pescadores. Igual que hizo con los socialistas desencantados, Alicia Sánchez-Camacho, presidenta del PP catalán, abrió los brazos a los votantes convergentes que apuestan por la centralidad y rechazan la ruptura con el resto de España. “La mayoría no son independentistas”, destacó, y reconoció que en el fondo la apuesta secesionista del presidente de la Generalitat, Artur Mas, puede beneficiarle.

Los convergentes han elevado en su último congreso el volumen de sus reivindicaciones al aparcar el soberanismo y plantearse ya la obtención de un Estado propio. Y ese horizonte no encaja precisamente en el ideario del PP, socio de CiU, que ha facilitado en dos ocasiones con su abstención la aprobación de los presupuestos de la Generalitat, trufados de recortes. Sánchez-Camacho avisó a Mas de que la tendrá “enfrente” si traslada su nueva “delirante” hoja de ruta y gobierna con estelades en su Ejecutivo. “Es una situación delicada si Mas decide priorizar su hoja de ruta antes que salir de la crisis”, dijo en una conferencia de prensa, en la que lamentó que "la propuesta implica la confrontación y la fractura social, aleja a Cataluña de la lucha contra la crisis y engaña sobre las bondades del pacto fiscal". Justo al revés de lo que piensa la dirección convergente: que Cataluña no será viable si no logra tener la llave de la caja y un concierto económico al estilo del vigente en el País Vasco y Navarra.

Esa hoja de ruta solo provoca confrontación y fractura social", avisa la líder popular

La cúpula popular abrirá un periodo de reflexión, pero la sangre no llegará al río. Sánchez-Camacho no concretó retiradas de apoyo a CiU y calificó de “irresponsabilidad” que Mas se viera obligado a convocar elecciones anticipadas. La prueba de la normalidad es que hoy mismo Mas se entrevistará con el ministro de Economía, Luis de Guindos, en el Palau de la Generalitat. Los dos socios, que comparten política económica, han firmado un matrimonio de conveniencia y se necesitan: unos para gobernar y los otros para conquistar pequeñas cotas que hasta ahora les estaban vedadas, por ejemplo lograr la vicepresidencia ejecutiva del ente que controla TV3 y Catalunya Ràdio, la radio y la televisión pública de Cataluña. Los nombramientos serán votados mañana en el Parlament.

Sánchez-Camacho, que pedirá reunirse con Mas para abordar el alcance de esa hoja de ruta, culpó al secretario general de Convergència, Oriol Pujol, de ser uno de los instigadores del giro de CDC. “Insultó a todos los españoles”, dijo, en alusión a que Pujol habló en su discurso de “aguas podridas” en alusión a la relación entre Cataluña y el resto de España.